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Entrevista a Sofía Quirós Ubeda, directora de El silencio de los niños

Entrevista a Sofía Quirós Ubeda, directora de El silencio de los niños

El silencio de los niños narra una historia sobre amor y despertar sexual desde la perspectiva de una niña adolescente. ¿Qué elementos consideras fundamentales para construir relatos desde las infancias y con perspectiva de género? 

Considero fundamental que sean relatos profundos, reales, más allá de si son ficción o documental. Para mí la realidad viene desde la profundidad en que se cuenta. En este caso, la mirada, el silencio, la imperfección del texto expresa esa profundidad. Creo que se habla muy poco sobre la sexualidad y el enamoramiento en niños. Casi siempre se hace desde una perspectiva adultocentrista. El amor y el placer existe, en todas las edades, y para mí es la base de este corto. Desde la perspectiva adolescente, también se tiende a hipersexualizar los encuentros o hiper romantizar el amor. Encontrar el equilibrio entre ambos, también me parece fundamental.

El amor y el placer existe, en todas las edades, y para es la base de este corto.

El cortometraje nace a partir de un texto teatral ¿Cómo llegó ese material a tus manos y cómo fue el trabajo de adaptación a la pieza audiovisual?

Fui contactada por el Teatro Vargas Calvo de Costa Rica, para realizar una transposición de un texto teatral del 2006 llamado Soledad quién te acompaña, escrito por María Silva. La única consigna era realizar una transposición, por lo cual no fue realmente una adaptación. Tomé un pequeño diálogo del texto original, donde la protagonista cuenta que sigue enamorada de su primo, con quien tuvo una relación desde muy pequeña. Era un diálogo muy pequeño, pero una tremenda confesión que arrastraba una historia muy profunda detrás, al menos en mi imaginario. Entonces decidí armar una ficción que contuviera ese pasado, y que me permitiera abordar el vínculo de la protagonista con su primo, no desde un lugar solamente de exploración sexual, sino desde la construcción de un enamoramiento profundo.

Además de la interpretación de una actriz que narra en primera persona, también interviene material de archivo fílmico, entre otras imágenes de registro. ¿Cómo es tu trabajo en relación a la dirección actoral y con la utilización del archivo? 

Decidí trabajar la historia de ficción desde una confesión de la protagonista. Me interesó desde un principio que ella mirara a los ojos a los espectadores. Trabajamos mucho para que el texto fuera imperfecto, con errores, y que no fuera acartonado. Y sobre todo que el silencio fuera lo más importante en el corto.  El material de archivo son grabaciones de mi abuelo en la casa de mi bisabuela y donde mi padre jugaba por horas con sus primos. El material me despertaba este imaginario de primos invadiendo una casa gigante, creciendo juntos sin adultos a su alrededor. Trabajé el guión en función a ese archivo. Grabamos en la misma casa, en las mismas esquinas y con los mismos encuadres.  A pesar de ser grabaciones de 1960, el corto construye el pasado de la protagonista y el imaginario de lo que fue. Los recuerdos de ella son difusos, por el paso del tiempo y por ser una historia socialmente negada y reprimida. En ese sentido la ambigüedad del tiempo del material de archivo creo que nos ayuda a representar esa conjunción entre recuerdo e imaginario de Soledad.

 

La película construye una narrativa original, intimista y sensible; con un diseño sonoro preciso, que acompaña a ritmo. ¿Cómo fue el proceso creativo y de realización para llegar a esos resultados? 

Este fue un corto que rodamos en medio día, la edición tampoco fue muy larga. Yo diría que fue un proceso bastante impulsivo e intuitivo. No fue sobre intelectualizado, ni tampoco le di tiempo a la actriz para que se preparara mucho. Sí hablamos bastante sobre su infancia, su primer amor, su relación con los primos mientras tomamos café.  Luego le di el texto esa mañana del rodaje, lo leyó un par de veces, y lo fuimos metabolizando, generando puentes con sus propias experiencias, aquellas que ella ya me había compartido. Yo tenía un par de años de estar trabada creativamente, así que me ayudó a no pensar demasiado. Lo último que había realizado era mi primer largometraje que me llevó demasiados años, y de repente estaba ante una propuesta mucho más fresca, partiendo por sus limitaciones: acá teníamos poca plata, poco tiempo, así que usamos los recursos al máximo. Y eso es lo que personalmente me gusta de este corto, que es simple, austero, pero profundo.

Titulo: El silencio de los niños

Año: 2022

País: Costa Ríca

Director: Sofía Quirós Ubeda

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