“La poética de la resistencia“
Por Fernando Bertucci
El más reciente documental de Abbas Fahdel, Tales of the Wounded Land, se presenta como una obra profundamente humana y poética sobre la devastación del sur del Líbano tras los bombardeos israelíes de finales de 2024. Filmada en medio de la destrucción, la película no se limita a exponer ruinas materiales o funerales, sino que coloca en primer plano la capacidad extraordinaria de resiliencia de la población civil. Lejos de hundirse en la desesperación, los protagonistas aparecen volcados en la reconstrucción de sus hogares y comunidades, transmitiendo una fuerza vital que sorprende e inspira.
Esa insistencia en mostrar el impulso por rehacer la vida confiere al documental un tono esperanzador, incluso en su contexto de tragedia. Fahdel no oculta el dolor ni el duelo, pero lo acompaña constantemente con escenas donde las personas vuelven a sembrar, reparar, levantar paredes, sostener a los niños. De esta manera, la resiliencia se convierte en un acto colectivo que redefine la noción de resistencia. El espectador descubre que la respuesta más poderosa al horror no es el lamento, sino la obstinación por continuar. La dimensión personal del proyecto añade un elemento único. Fahdel incorpora a su hija pequeña como figura central del relato, permitiendo que sea su mirada la que acompañe al espectador en el recorrido entre escombros y testimonios. Esa mirada infantil, cargada de inocencia y curiosidad, aporta una frescura que equilibra el peso de las imágenes más duras. El contraste entre los ojos de una niña y las ruinas de un pueblo se convierte en un poderoso recordatorio de la continuidad de la vida, incluso en circunstancias extremas.
El arco narrativo del documental culmina en escenas colectivas que refuerzan el sentido de comunidad y de identidad compartida. A lo largo de sus casi dos horas, Tales of the Wounded Land no se limita a mostrar el dolor inmediato de la guerra, sino que lo enlaza con una reflexión más amplia sobre la resistencia cultural y espiritual de los pueblos sometidos a violencia. Esta visión, en la que el dolor se acompaña siempre de reconstrucción, confiere al filme un tono profundamente humano y filosófico. La elección estética de Fahdel refuerza el mensaje. El uso de planos largos, la cámara que se detiene en rostros, animales y paisajes devastados, así como la presencia de secuencias poéticas, convierten la película en algo más que un registro documental. Es un poema visual que transforma la crudeza del conflicto en imágenes cargadas de belleza y dignidad. Esta mezcla de testimonio y lirismo ha sido reconocida ampliamente por la crítica, que destaca su capacidad de conmover y de abrir espacio a la reflexión.
El reconocimiento más importante llegó en el Festival de Locarno de 2025, donde Abbas Fahdel fue distinguido con el Pardo a la Mejor Dirección. El jurado resaltó la fuerza artística y filosófica de un filme que logra, al mismo tiempo, ser denuncia y canto a la vida. El premio situó a Tales of the Wounded Land como una de las obras más relevantes del año en el ámbito documental, confirmando a Fahdel como una de las voces árabes más destacadas del cine contemporáneo. Este trabajo se enmarca en la trilogía documental que el cineasta ha construido junto a su esposa y productora Nour Ballouk, iniciada con Tales of the Purple House. Con Tales of the Wounded Land, el ciclo alcanza un clímax narrativo y temático, profundizando en la relación entre guerra, memoria y supervivencia. Se trata, en definitiva, de una crónica íntima que trasciende lo local para convertirse en un espejo universal sobre cómo las comunidades enfrentan la adversidad.
Abbas Fahdel, cineasta iraquí con nacionalidad francesa, ha consolidado una trayectoria en la que lo personal se funde con lo político. Desde Homeland (Iraq Year Zero) hasta este último filme, su obra se caracteriza por documentar momentos de crisis histórica sin perder nunca el contacto con lo cotidiano y lo humano. Su estilo, a la vez sobrio y poético, consigue que la cámara no solo registre la realidad, sino que la transforme en una experiencia de contemplación y reflexión. Tales of the Wounded Land es un documental que conmueve y moviliza. Más que un simple registro de un conflicto, es una meditación visual sobre la capacidad de resistencia y esperanza que define a los pueblos en medio de la destrucción. Su grandeza reside en mostrar que, incluso entre escombros, la vida insiste, se rehace y se proyecta hacia el futuro. Es esta poética de la resiliencia lo que convierte al filme en una obra imprescindible, tanto como testimonio histórico como por su poder estético y humanista.