“La resistencia frente a la opresión“
Por Fernando Bertucci
La segunda película de Maura Delpero, ofrece un retrato helado y meticuloso de una pequeña comunidad aislada en los Alpes italianos al final de la Segunda Guerra Mundial. Enmarcada en un paisaje invernal, la película se sumerge en el día a día de una familia y sus tensiones internas mientras el conflicto bélico global llega a su fin. A pesar de lo que sugiere su título, que evoca la pasión y la vitalidad del color vermellón, el filme opta por una atmósfera fría y distante, pintada en tonos azules, donde las emociones parecen sofocarse bajo el peso de una existencia austera y sin grandes esperanzas.
Delpero, quien previamente había explorado las dinámicas femeninas en comunidades cerradas en su debut Maternal (2019), vuelve a centrarse en las mujeres, esta vez dentro de un microcosmos dominado por las rutinas del trabajo y la supervivencia. El pueblo de Vermiglio está compuesto principalmente por mujeres, niños y hombres demasiado viejos para ser parte del esfuerzo militar. La vida transcurre con una calma engañosa, rota solo por la llegada de un forastero, Pietro (interpretado por Giuseppe De Domenico), un soldado siciliano que ha desertado y se une a otro hombre del pueblo, igualmente transformado por las brutalidades de la guerra. Pietro es recibido por la comunidad y pronto desarrolla una relación con Lucía (Martina Scrinzi), la hija mayor del maestro del pueblo, César (Tommaso Ragno), un hombre severo que, a pesar de su avanzada edad, sigue imponiendo su autoridad sobre su numerosa familia.
La película destaca por su enfoque visual, donde el director de fotografía Mikhail Krichman utiliza una paleta fría que enfatiza la austeridad del entorno y la falta de calidez en las relaciones humanas. Los paisajes alpinos y las escenas interiores, filmadas en tonos apagados, transmiten una sensación de aislamiento tanto físico como emocional. La guerra parece una presencia distante, pero su sombra sigue afectando a todos los habitantes, especialmente a las mujeres, cuyas vidas giran en torno a la maternidad y los trabajos domésticos.
Delpero narra la historia de esta familia a lo largo de un año, en el que se desatan tensiones internas que reflejan las transformaciones externas del mundo. César, el patriarca, ejerce un control férreo sobre su familia, especialmente sobre su hijo mayor, Dino (Patrick Gardner), quien desprecia la rigidez de su padre. Dino, por su parte, mantiene una relación coqueta con su vecina Virginia (Carlotta Gamba), lo que añade una capa más de conflicto a la historia. Mientras tanto, Lucía, tras enamorarse de Pietro, queda embarazada, lo que marca un cambio en el destino de ambos.
A pesar de que la trama podría sugerir una historia de amor apasionada, Vermiglio evita cualquier tipo de exaltación romántica. Los gestos de afecto entre los personajes son contenidos y casi siempre velados por la distancia o la resignación. La relación entre Pietro y Lucía se desarrolla en gran medida a través de miradas y notas secretas, hasta que el embarazo de ella sella su destino. Sin embargo, la narrativa toma un giro sombrío cuando Pietro desaparece tras regresar a Sicilia, y la comunidad recibe la devastadora noticia de que ha sido asesinado para proteger el honor de su primera esposa, revelando que ya estaba casado y tenía hijos.
Delpero construye este relato con un ritmo pausado, que podría desafiar la paciencia de algunos espectadores, pero que recompensa con un retrato matizado de la resiliencia en tiempos de adversidad. Los silencios y las imágenes, más que los diálogos, son los que conducen la película, invitando al espectador a descubrir los detalles ocultos detrás de las apariencias. La cruda realidad de las opciones limitadas para las mujeres de la comunidad se refleja en personajes como Ada, una joven que lucha con su despertar sexual y la culpa que le provoca, lo que la lleva a autoinfligirse castigos en busca de redención.
En su conjunto, Vermiglio es una meditación sobre la resistencia frente a la opresión, ya sea impuesta por la guerra, la religión o la estructura patriarcal. Aunque la película nunca ofrece una salida clara para sus personajes, sí deja espacio para pequeñas rebeliones personales, lo que sugiere que incluso en los contextos más restrictivos, siempre queda una chispa de esperanza.
Titulo: Vermiglio
Año: 2024
País: Italia
Director: Maura Delpero