Un pájaro azul (2023), de Ariel Rotter

“Hacer espacio”

Por Lucía Roitbarg

Un pájaro azul comienza con planos cerrados de árboles y sonidos de aves. Estos planos tienen continuidad a lo largo de la película, porque hay muchas ventanas y ventanales cerrados a través de los cuales se pueden observar el verde de las hojas, si bien los  personajes están casi siempre adentro de sus casas o de sus autos, y no miran tanto para afuera. Javier y Valeria se van a mudar a ese espacio arbolado para empezar una familia, y así también una nueva vida. Pero hay algo que no se destraba: Valeria hace seis años que intenta quedar embarazada con tratamientos de fertilidad. Ese dolor empaña algo de la felicidad de la pareja. Cuando Javier le confiesa a Valeria que espera un hijo de otra mujer con la que sólo pasó una noche, esa calma que precede a la tormenta se comienza a evaporar. Luego de esa primera secuencia, empatizamos con el dolor de Valeria casi instantáneamente, sin embargo, pocas escenas después Ariel Rotter hace un giro narrativo hacia el personaje de Javier y el 80% de la película acompañamos a un personaje que presenta cierta impotencia y hasta algo de negligencia frente a lo que le toca vivir: no puede hacer nada para cambiar el hecho de que su mujer no quede embarazada hace seis años, tampoco sabe qué hacer cuando su conquista de una noche le confirma “casi con seguridad” que espera un hijo de él, es probable que pierda su trabajo pero pocos indicios de que frente a eso pueda actuar.  En ese estado de pérdida y dolor de Valeria, y en el rumbo perdido y despistado de Javier se balancea la película, si bien más en el segundo que en el primero.

 

El realizador, que presenta su film en la sección Galas del 38° Festival de MDQ, divide el relato en tres capítulos: el hijo, la madre, el padre. Los tres parecen acá más bien categorías que vínculos, como si no denotasen significados de lo  propiamente narrativo sino algo que esta por afuera. Porque si se piensan por separado, el hijo, la madre y el padre podrían no ser una familia. Lo que falta es eso que aglutina todo, y que no viene dado naturalmente. En este sentido, cobran interés las escenas de Javier con su papá, interpretado por el infalible Norman Brisky, porque en esos momentos se ilumina otra cara del personaje, que no es la misma que tiene con su mujer. Algo de esa relación dice sin decir, y abre otros sentidos no esperados. En una escena, Javier decide tirarle al padre sin su permiso “cosas viejas para hacer espacio”. El padre algo abrumado le pide explicaciones: “¿espacio para qué?” le pregunta. Javier no sabe muy bien qué decir frente a ese interrogante. Queda atónito, en silencio. Como también ante las preguntas desesperadas de su mujer cuando se entera que va a tener un hijo con otra chica: “¿vas a cuidarlo?,¿le vas a contar cuentos?, ¿vas a tener dos familias?”  Esos espacios le interesan a Rotter: los intersticios, el aire, los sentidos que no aparecen, los planos de árboles que no se saben para qué están ahí.

 

El director se permite trabajar con delicadeza esas partes que les falta aglutinarse en el estilo dramático más convencional, pero los elementos para que trabajemos las asociaciones están.  Su estrategia es apostar al público/lector. El trabajo con los diálogos es representativo: deja hablar y respirar a los personajes, otorgando al espectador la posibilidad de conectar con ellos, sin apurar las palabras, respetando el dolor, el miedo, los dobles sentidos. Rotter explora las ausencias como lugares que se tienden a rellenar sin entender muy bien para qué y por qué. Eso de “hacer espacio” es algo que Javier intuye pero no puede entenderlo. En este sentido se percibe cierto halo psicoanalítico en la película. Las sesiones de terapias son un poco así: erráticas, dispersas, y algo premonitorias si se quisiera. Un día el paciente se despierta para luego seguir “durmiendo” o para despertarse cada día mejor. Porque tener sueño no es lo mismo que quedarse dormido, y Un pájaro azul se regodea en estos lugares de oscuridad interna que por algún lado logran finalmente salir a la luz.

Titulo: Un pájaro azul

Año: 2023

País: Argentina

Director: Ariel Rotter

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