Todas las fuerzas (2025) de Luciana Piantanida

“Poderes invisibles “

Por Laura Santos

En su segundo largometraje, Todas las fuerzas, Luciana Piantanida se atreve a cruzar las fronteras del realismo social para internarse, con decisión y sin pedir permiso, en los terrenos del fantástico. Lo que comienza como una historia íntima sobre la vida de una trabajadora migrante en Buenos Aires se transforma rápidamente en una fábula urbana con tintes de thriller, ciencia ficción y superheroínas de clase trabajadora. El relato se centra en Marlene, una mujer boliviana que cuida a Teresa, una anciana con problemas de salud y memoria, en un departamento del barrio de Once. Sin embargo, el trabajo doméstico es solo una parte de su vida: cuando cae la noche, Marlene se lanza a la ciudad en busca de una amiga desaparecida. A medida que avanza en su pesquisa, Buenos Aires se desdobla. Bares, mercados, fábricas, verdulerías y talleres textiles se revelan como escenarios de una red secreta donde otras mujeres latinoamericanas —bolivianas, peruanas, paraguayas— también esconden dones sobrenaturales.

Piantanida imagina un universo en el que las mujeres migrantes no solo sobreviven, sino que resisten y se conectan a través de poderes insólitos, tangibles y nada metafóricos. Lejos de ser un guiño ingenuo al empoderamiento, estos dones permiten leer la ciudad con otra sensibilidad: Marlene se comunica con palomas, otras mujeres mueven objetos con la mente o manipulan la energía. Las escenas de estas mujeres anónimas, que se reconocen y se cuidan entre sí, construyen un aquelarre moderno con una potente dimensión política y afectiva. En esta fábula proletaria, Piantanida juega con los códigos del cine de género y los pliega a una mirada feminista y social. El giro fantástico puede parecer, en un principio, abrupto e incluso desconcertante, pero a medida que el film avanza, esa decisión narrativa cobra sentido: en un mundo hostil, la magia es una forma de defensa.

Las tomas aéreas que abren y cierran la película, con la cámara sobrevolando la Plaza Once y descendiendo hacia sus pasillos y edificios, marcan un tono entre lo documental y lo onírico. Esa doble textura atraviesa todo el film: la realidad más dura de las trabajadoras migrantes convive con una dimensión mágica, secreta, donde cada espacio urbano —desde una galería hasta una hilandería— puede volverse un portal hacia lo extraordinario. Piantanida logra algo raro: combinar denuncia social con imaginación desenfrenada, sin caer en el panfleto ni en el artificio vacío. En ese delicado equilibrio, encuentra una voz propia y desafiante. 

Titulo: Todas las fuerzas

Año: 2025

País: Argentina

Director: Luciana Piantanida