Tesis sobre una domesticación (2024) de Javier Van De Couter

Sola contra todos”

Por Andrés Brandariz

En los últimos años, Camila Sosa Villada se ha convertido en una figura insoslayable dentro del escenario cultural de nuestro país. Actriz, escritora, performer, hábil declarante; cuesta imaginar que alguien pueda mantenerse indiferente a su talento para provocar, conmover y seducir. En Tesis sobre una domesticación -que adapta su novela homónima y vuelve a reunirla con Javier Van de Couter, quien la dirigiera en Mía– Sosa Villada se coloca más al frente que nunca, ancla y timón de una gran producción que la tiene como protagonista excluyente.

La película gira en torno a otro aspecto fundamental sobre la figura de Camila Sosa Villada, que se traslada al alter ego que compone para esta película: su resistencia al encasillamiento. Las concepciones binarias alrededor del género (es una mujer trans) y la pareja tradicional (establece una relación poliamorosa con un varón gay, que interpreta el actor mexicano Alfonso Herrera) le son indiferentes. También rechaza la autoindulgencia de un círculo progresista que la recibe a cambio de acatar un código de conducta que, no por más difuso, resulta menos dogmático. Que el título no engañe: Tesis sobre una domesticación es lo contrario de una historia sobre la resignación; es una historia sobre la soledad que implica abrazar una existencia contradictoria.

El texto es visceral, erótico, áspero. Lo poético y lo obsceno se entrelazan en un nudo firme. En tiempos donde la conversación sobre el sexo en pantalla ha pivotado hacia un insólito decoro, Van de Couter y Villada eligen mostrar un cuerpo trans que goza, hace gozar y reclama su deseo. Un cuerpo atravesado por complejos sentimientos de culpa, lealtad y alienación, que entran en tensión a medida que la protagonista abraza una vida de éxito, lujos y la posibilidad de ser madre.

La que se produce entre la infancia humilde de la protagonista y su ascenso social no es, sin embargo, la única colisión en Tesis sobre una domesticación. Algo del ímpetu y la potencia del texto parece haberse perdido en una puesta en escena algo anodina, de impecable prolijidad pero poco hábil a la hora de explotar sus mejores armas. La sensorialidad, las texturas y los elementos más poéticos del relato colisionan con una puesta de cámara que siempre adopta una distancia prudencial y, por momentos, resulta en una sucesión de planos medios con el decorado como única variante. La mirada y la gestualidad de los intérpretes se pierde fatalmente. Primero, porque se trata de un melodrama; segundo, porque desaprovecha la actuación de Villada, que no por austera resulta menos conmovedora.

La adopción de quiebres en la linealidad -con esas derivas tan propias de la literatura- afectan también al resultado. Quizás por una traslación demasiado esquemática del texto a la pantalla, frecuentemente los desvíos irrumpen en forma de flashbacks y terminan por cumplir la tediosa función de un paréntesis. La narración se disgrega y Tesis sobre una domesticación termina convirtiéndose en un compendio de escenas tenuemente articuladas. El final procura clausurar en una nota de intriga pero la sensación que deja es la de haber visto un largo trailer, un esbozo de potentes conflictos cuyas implicaciones no se asumen y demuestra, una vez más, que la ambigüedad no es lo mismo que el descuido.

Titulo: Tesis sobre una domesticación 

Año: 2024

País: Argentina

Director: Javier Van De Couter