Small Things Like These (2024), de Tim Mielants

Small Things Like These, lo último del director belga Tim Mielants. Adaptación de la novela corta de 2021 de Claire Keegan (quien también escribió The Quiet Girl), es una exploración sutil de las infames Lavanderías Magdalene. Horrorosas instituciones dirigidas por la Iglesia Católica Romana destinadas a albergar a “mujeres necesitadas”. Si bien muchas películas han explorado los terribles detalles de este terror, Mielants expone la prosa de Keegan para resaltar la complicidad comunitaria que permitió que esta institucionalización prosperara. 

El comerciante de carbón Bill Furlough es una parte integral de la comunidad de su pequeño pueblo en el condado de Wexford, Irlanda. Comparte un hogar amoroso con su esposa Eileen y sus cinco hijas. Es un alma sensible, pero en sintonía con las miserias de quienes lo rodean, para disgusto de Eileen. A medida que se acerca la Navidad, Bill es testigo de cómo obligan a una joven a entrar a las puertas del convento local en contra de su voluntad, un lugar donde se encuentran muchas mujeres jóvenes que han tropezado con varios tipos de supuesta incorrección social. Dentro del convento dirigido por la pétrea hermana Mary, las jóvenes son mantenidas como trabajadoras esclavas para interminables servicios de lavandería, a menudo embarazadas y trabajando en duras condiciones. Al entrar al convento para entregar una factura, se enfrenta a una mujer aterrorizada que le ruega ayuda. Este momento desencadena recuerdos traumáticos del propio pasado de Bill, cuya madre soltera fue acogida por una amable mujer rica, la Sra. Wilson. Mientras retrocedemos a los trágicos acontecimientos de una Navidad en particular y desciframos secretos de su pasado, Bill encuentra a la joven, Sarah, encerrada en el cobertizo. Mientras su esposa y otros miembros de la comunidad lo instan a simplemente mirar para otro lado, Bill descubre que no puede.

Small Things Like These es abiertamente una triste historia navideña, en la que el espectro de Charles Dickens acecha en el subtexto para perseguir al comerciante de tierno corazón. Con el tiempo, los indecorosos secretos de los propios orígenes de Bill toman forma, muy parecido al complicado rompecabezas que le había pedido a Santa cuando era niño, pero que nunca recibió. En esencia, la benevolencia real se encuentra en cualquier lugar menos dentro de los estériles confines del convento, dirigido por una madre superiora de dos caras interpretada con gélida letalidad por Emily Watson. 

El aspecto más desgarrador de Small Things Like These es la realidad de que sólo una persona traumatizada por un sistema puede ser el impulso rebelde para oponerse a él. La máxima ironía es que estos eventos tengan lugar durante la celebración del cumpleaños de Jesus, donde sus acólitos más “devotos” no son nada parecidos a Cristo. Subversivo en estas críticas y, en última instancia, un retrato de lo que realmente significa ser humano, está muy lejos de la angustiosa grandilocuencia de la conmovedora Philomena (2013) de Stephen Frears, o de la más agonizante The Magdalene Sisters (2002) de Peter Mullan. Los créditos finales rinden homenaje a estas mujeres alojadas en estas instituciones desde 1926 hasta 1996, pero la práctica de la Iglesia Católica y su cura para las mujeres necesitadas se remonta aún más atrás. Aunque Mielants mantiene esto como un drama silencioso y equilibrado, es otro recordatorio de la parte más vulnerable de la religión organizada y las penas reservadas para aquellos que no están dispuestos a ser controlados por su mendacidad.