Pink Lady (2024) de Nir Bergman

“Entre la Tradición y el Deseo”

Fernando Bertucci

La película Pink Lady de Nir Bergman captura rápidamente la atención del espectador con una narrativa intensa que se adentra en las complejidades de la vida familiar dentro de una comunidad judía ultraortodoxa. En este entorno cerrado, donde los valores familiares son venerados y hablar sobre sexualidad es un tabú, Lazer y Bati parecen tener una vida ideal. Sin embargo, su mundo se desmorona cuando Lazer es víctima de un chantaje tras la aparición de unas fotos comprometedoras que lo muestran en una situación íntima con otro hombre. A partir de ahí, la película explora la angustia de un hombre atrapado entre su atracción por el mismo sexo y su lealtad a una vida tradicional.

La directora, junto con la guionista Mindi Ehrlich, crea un relato en el que la perspectiva femenina cobra un rol crucial. Aunque la trama aborda el sufrimiento de Lazer como un hombre gay casado en una sociedad religiosa que condena su orientación, también se convierte en una reflexión sobre el deseo femenino y la emancipación. Bati, la esposa, comienza a cuestionar su papel dentro de esta estructura, enfrentándose a las expectativas sociales y redescubriendo su propio deseo en medio del conflicto de su matrimonio.

Lo que distingue a Pink Lady es cómo trata la relación entre los protagonistas no solo desde la perspectiva de la sexualidad reprimida de Lazer, sino también desde la experiencia de Bati, que lucha por salvar su matrimonio mientras lidia con su propia frustración y el dolor de no recibir el amor que esperaba. A medida que la historia avanza, ella pasa por un proceso de autodescubrimiento, desafiando las normas que la han oprimido durante toda su vida.

La película no se limita a exponer la tragedia que viven ambos personajes, sino que también introduce momentos de comedia a través de los personajes secundarios, como las madres de la pareja y otras figuras en la vida de Bati, que aportan ligereza a una historia de profundas tensiones emocionales. Esta mezcla de drama y comedia refleja las contradicciones y los dilemas internos que los personajes enfrentan en su intento de conciliar sus deseos con las expectativas de su comunidad.

Aunque Pink Lady no es una película sobre la aceptación en términos de la comunidad, sino sobre la aceptación de uno mismo, su reflexión sobre las reglas ortodoxas, la represión sexual y el amor no correspondido la convierte en una obra universal. La película puede resonar con cualquiera que haya experimentado la lucha interna entre el deseo personal y las normas sociales. En su humanidad, Pink Lady ofrece una mirada que no solo enfrenta las tensiones entre la tradición y la identidad, sino que también subraya el dolor de tener que vivir una mentira para cumplir con los roles impuestos por la sociedad.

Titulo: Pink Lady

Año: 2024

País: Israel

Director: Nir Bergman

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