“Nunca hay suficientes voces para Palestina”: sobre la charla de Isabelle Huppert en el Festival de Thessaloniki 2025

En una charla ofrecida en el marco del 66º Festival Internacional de Cine de Tesalónica, la actriz francesa Isabelle Huppert reflexionó sobre su carrera, el cine y su compromiso con las causas sociales. La protagonista de La pianista y Ella fue recibida con entusiasmo por George Krassakopoulos, director del programa del festival, quien destacó su trayectoria y la proyección de su más reciente película, La mujer más rica del mundo (2025), de Thierry Cliff.

Durante la conversación, Huppert expresó su gratitud por las oportunidades que le ha brindado el cine: “Las películas que he hecho me hacen sentir plena y muy privilegiada”. Explicó que la selección de los filmes incluidos en el homenaje que le dedicó el festival no fue totalmente premeditada, aunque “ofrece una buena panorámica” de su obra y de los muchos directores internacionales con los que ha colaborado.

Recordó con afecto su experiencia en La puerta del oeste (1980), de Michael Cimino, una película que, según dijo, “fue tan celebrada como incomprendida”. “He reflexionado muchas veces sobre esa película y creo que fue una obra de autor, con una crítica política muy aguda. Quizás hoy sería más fácil de aceptar”, señaló.

Huppert reconoció que los fracasos cinematográficos también la afectan: “Por supuesto que me afecta. No hacemos películas para encerrarnos en una habitación, sino para que las vea la mayor cantidad de gente posible. Pero no me siento personalmente responsable de ningún fracaso”. También habló sobre su método de trabajo y la fugacidad del arte cinematográfico: “El cine se centra en el presente, y cuando interpretas una escena, ya pertenece al pasado”.

La actriz abordó además su colaboración con su hija, Lolita Chammah, en Copacabana (2010): “Fue una colaboración maravillosa. La película comenta con ironía la brecha generacional y el vínculo entre madre e hija”. Recordó también su trabajo con Hal Hartley en Amateur (1994), y subrayó su interés por filmar fuera de Francia: “Me gustaba trabajar en el extranjero, lejos de mi país. Filmar en otro idioma y otro entorno te convierte en parte de un territorio desconocido, y eso es fascinante”.

Sobre el papel de las mujeres en el cine, Huppert destacó los avances logrados, aunque matizó: “Comparado con el pasado, sin duda hemos mejorado, pero podemos hacerlo mejor”. En cuanto a los directores con los que habría querido trabajar, mencionó sin dudar a Alfred Hitchcock y su Vértigo.

Consultada sobre la evolución del cine y la experiencia del espectador, la actriz defendió la importancia de las salas: “La mejor manera de ver una película sigue siendo en la gran pantalla. Cualquier otra experiencia es inferior”.

Al final de la charla, al ser preguntada por su visión sobre la situación en Gaza, Huppert fue contundente: “Nunca hay suficientes voces para Palestina, pero siempre hay mucho sufrimiento en el mundo”.

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