“La vida (o ese momento suspendido de la vida)”
Por Julieta Szwarcman
Reconocido y premiado por sus múltiples trabajos actorales como La prima cosa bella (2010) y Viva la libertà (2013), Valerio Mastandrea estrena su segunda producción como director en el 81° Festival Internacional de Cine de Venecia. Tras ganar con su ópera prima Ride (2018) un Nastro d’Argento a Mejor Director Nuevo, su reciente película Nonostante afirma ser una sólida entrega dedicada a la indagación sobre la complejidad de las emociones que un hombre transita mientras se ve atrapado entre la vida y la muerte. El director italiano protagoniza su filme de la mano de la actriz argentina Dolores Fonzi, quien atraviesa el desafío de interpretar un personaje cuya lengua es el italiano.
En Nonostante, Mastandrea pone como espacio principal un hospital en la ciudad de Roma en donde las almas de pacientes en estado de coma deambulan y se relacionan entre sí. En ese limbo espacio-temporal en el que viven sin rumbo, reflexionan sobre la muerte y el estar ahí. Los humanos vivos del hospital no los notifican, salvo algún personaje con una sensibilidad especial. Para los casi-muertos –estos pacientes que ya han perdido la esperanza de volver a la vida tal como la conocemos– esta manera de existir suspendidos en el espacio representa su realidad, en la que han construido rutinas y vínculos afectivos.
La película sigue la vida (o ese momento suspendido de la vida) de un hombre al que no identificamos con un nombre, interpretado por Valerio Mastandrea. Sus días en el hospital se basan en ir de aquí para allá y conversar con otras almas en la misma situación, sin ninguna motivación trascendental ni preocupación que lo atormente. Todo cambia para él cuando una mujer es registrada en la habitación que solía ser suya tras haber sufrido de un accidente que la deja en estado de coma. En este nuevo vínculo que forman, ambos encuentran un motivo tanto para vivir como para querer quedarse indefinidamente en ese estado ambiguo de existir. Ahora, despertar del coma no simboliza un hecho que el hombre ansíe ya que ese espacio liminal en el que se encuentran no admite el recuerdo para quienes logren ganarle al viento que busca arrasar con las almas al incierto final del túnel de la vida. La muerte está latente en toda la película, y se la representa en forma de viento. El viento es una fuerza que de a momentos aparece para seducir a estos personajes y llevarselos; algunos encuentran una paz en esa brisa, otros le escapan aterrados. En el contexto de estado clínico crítico, todos los pacientes están luchando internamente contra esta pulsión de muerte constante. Pero aquellos que vuelven, los que sobreviven al estado de coma, no recuerdan nada de lo sucedido durante el periodo en el que quedan suspendidos. Con este olvidar, pierden los lazos entablados con los que se acompañaron durante tanto tiempo.
A raíz de esta premisa, Mastandrea postula una profunda disyuntiva que su personaje debe atravesar; el deseo por no olvidarlo todo y quedarse junto a la mujer suspendido en el tiempo, conviviendo con la presencia de la insistente pulsión de vida que implica amar a alguien. Cuando se enamora del personaje interpretado por Fonzi, al hombre se le manifiesta por primera vez la posibilidad de perder algo. En un principio, ella representa simplemente una compañía para estar, pero con el transcurso del tiempo se torna una finalidad en sí misma. A diferencia de la mujer, él considera que volver para vivir es olvidar, y de alguna manera, olvidar es como morir. Volver a la vida real es morir en la vida liminal; vivir es aceptar la inevitabilidad del olvido. Ante estas conjeturas, el hombre le confiesa a la mujer que no quiere despertar porque no quiere perderla. De esta manera, morir o quedar suspendido en el tiempo, resulta la vía más cómoda para eternizar el sentimiento de amor.
El director italiano utiliza canciones como “Non voglio mica la luna” y “Cosmic Dancer” para introducir números musicales de gran densidad narrativa y metafórica, apostando a construir una emotividad en el espectador que trascienda la pantalla. El guión de la película coescrito por Mastandrea y Enrico Audenino consigue la realización de una interesante puesta en escena que retrata no solo los pasillos y salas del hospital, sino también los paisajes de la ciudad italiana con sus tintes melancólicos y esperanzadores simultáneamente.
Conscientes de la contradicción que conlleva amarse en esas circunstancias, los personajes en Nonostante se aventuran a ponerle cuerpo y palabra a la incertidumbre, navegando por los sentimientos a merced de los límites de sus propias vidas, y abriendo al público un abanico de nuevas preguntas para hacerse sobre el amor, la vida y la muerte.
Titulo: Nonostante
Año: 2024
País: Italia
Director: Valerio Mastandrea
