“Una conversación adulta sobre relaciones amorosas”
Por Nathália Oliveira
My Partners, documental de Eva Kübar presentado en el Tallin Black Nights Film Festival, se propone una misión desafiante: hacer un registro documental de parejas experimentando diferentes versiones de relaciones amorosas no monógamas. Juzgo desafiante porque considero que el tema es poco abordado dentro del cine documental y, por eso, todavía no se han explorado mucho las posibilidades de hacer este tipo de registro sin acercarse a un lenguaje parecido al de los reality shows, ya sean estos sobre relaciones amorosas o no.
De todos modos, la película de la cineasta estonia tiene el mérito de haber reunido un grupo interesante de personajes que se permiten ser registrados en experiencias íntimas, con reflexiones interesantes dentro de lo que se discute sobre las relaciones no monógamas o poliamorosas en la actualidad. Hay una sensación de finalmente estar en una conversación adulta respecto al tema.
Lo que vemos en la película son momentos cotidianos de tres parejas heterosexuales: Riita y Taavi son dos jóvenes que, después de 10 años de relación, deciden lanzarse a experiencias sexuales con otras personas, terapias alternativas y experiencias místicas. Marianne y Sven, también jóvenes y con hijos, intentan superar un conflicto interno: ella tiene una relación extraconyugal con Kay, quien a su vez vive una relación no monogámica con su esposa Beate. El registro de las situaciones o conversaciones más íntimas resulta un poco incómodo tanto para los personajes como para quien lo ve. Muchas veces están visiblemente molestos con la presencia de la cámara y hablan en susurros. Hay pocos momentos de entrevistas hechas directamente a la cámara. Es en las acciones cotidianas donde los vemos reaccionar y reflexionar sobre el amor, es decir, lo que la civilización nos enseña que es el amor, lo que realmente es y cómo les gustaría que fuera.
En su poema titulado “El amor”, Vladímir Mayakovski usa la expresión “amor sirviente” para referirse al amor que la civilización nos enseñó: ese que tiene reglas prediseñadas que todos debemos seguir indistintamente, ya sea para probar que uno realmente ama o para sentirse amado. Esa visión anticuada y machista del amor ya respira con ayuda de aparatos y lo que vemos, me gusta creer, son sus últimos suspiros. Sin embargo, a pesar de eso, en general, en el cine todavía no se ha logrado hacer una buena representación de las nuevas dinámicas amorosas en el lenguaje documental. Sería muy interesante seguir el rastro de Eva Kübar y empezar a estimular nuestra mirada hacia las vivencias de amor contemporáneas con la misma curiosidad y honestidad con que lo hace la cineasta en “My Partners”. Representar y ver proyectadas en el cine estas experiencias y reflexiones es fundamental para que empecemos a tener una conversación que vaya más allá de una disputa por poder dentro de las relaciones (jerarquías, reglas para todo): una conversación adulta sobre el amor.
El poeta ruso Vladímir Mayakovski escribió en su poema titulado “El amor”: “Quiero acabar de vivir lo mío, mi vida, para que no exista un amor sirviente”.
Es desafiante abordar temas como el amor y las relaciones dentro del cine documental. Tengo la sensación de que nos dedicamos poco a estos asuntos y, por eso, es difícil desarrollar un lenguaje y una aproximación al tema que no resulten en secuencias con poco interés cinematográfico, similares a las escenas de conversaciones de reality shows de relaciones, con susurros y cuerpos incómodos frente a la cámara, lo que también genera incomodidad en el espectador.