Mal trago (2024), de Santino Taratuto

Uno de los primeros planos del cortometraje de Santino Taratuto advierte con un cartel de “Precaución. Cruce peligroso” a un joven que está por atravesar las vías del tren. En paralelo vemos a una chica un poco mayor que aquel cocinando y preparándose para recibir a alguien, probablemente a ese chico que está en camino.  Algo de ese “cruce peligroso” podría ser el primer dato que salta a la vista cuando llega a la casa: la diferencia de edad entre ambos personajes. No queda muy claro si se conocían de antes, sólo que están muy nerviosos. La cita avanza pero es con la aparición de un tercero, un Martín Piroyansky muy atinado, que el argumento comienza a dar el giro  divertido y elocuente que enciende el deseo.

El cortometraje trabaja sobre un registro humorístico pero no intenta subrayar por demás esta intención. Su principal sostén son los diálogos y los imprevistos, si bien funcionan mejor  los segundos que los primeros que a veces se tornan un poco redundantes.  La fuerte presencia del sonido del tren en momentos de cierta tensión dramática genera un juego con el afuera, con lo inmanejable, e interrumpe en los planes de los personajes: pone un freno ahí donde ellos no quieren o pueden parar. Es en este mismo sentido que la irrupción del personaje de Piroyansky es más que pertinente para el humor porque subvierte el clima necesario para “el romance” y trastabilla con lo esperado. En sus escenas el director se permite jugar más libremente que en otros momentos, algo que deja al espectador deseando un poco más.

Se evidencia en Taratuto una búsqueda formal con la comedia ya que tiene presente que necesita sus tiempos, se nutre de lo absurdo, lo inesperado, la sorpresa y  las torpezas. Es prometedor su trabajo porque logra aprovechar momentos muy convincentes en los cuales los personajes tienen que chocar contra sus prejuicios, roles de género, inseguridades, algo que las primeras citas siempre ponen en tensión.  En tanto el cortometraje negocia con algunas limitaciones  de producción y de técnica, consigue contar de un modo ameno y cotidiano algo sobre las vicisitudes del romance y las relaciones.