“Una mirada luminosa al vacío y a la transformación”
Por Natalia Llorens
A veces, la vida se presenta como un escenario impecable: el reconocimiento profesional, la estabilidad familiar, la sensación de haber alcanzado aquello que se supone es el éxito. Sin embargo, detrás de esa fachada pueden esconderse turbulencias íntimas que nadie imagina. Ese contraste entre lo que se ve y lo que se siente en secreto constituye el núcleo de Las corrientes, la más reciente obra de Milagros Mumenthaler. La protagonista, Lina, parece vivir en la plenitud. Es artista reconocida, madre y esposa. Su vida transcurre entre reconocimientos internacionales y una rutina doméstica acomodada. Pero basta un gesto, un silencio prolongado o una mirada perdida para comprender que algo se ha desplazado en su interior. Esa grieta se convierte en el motor de un relato que nunca busca dar respuestas definitivas, sino desplegar la experiencia subjetiva de una mujer que comienza a desbordarse por dentro.
Lejos de plantear un relato lineal o cerrado, la película se construye desde la sugerencia. Los detalles más nimios adquieren un peso inesperado: un nombre dicho de otra manera, un cabello descuidado, una amiga reencontrada. En cada uno de esos gestos se esconde un indicio, una huella de lo que Lina intenta comprender de sí misma. La historia avanza como un río subterráneo, donde lo esencial no es lo que se explica, sino lo que se intuye. Uno de los elementos simbólicos más potentes es el agua. En lugar de ser fuente de vitalidad, aparece como amenaza, como reflejo de un miedo que crece y se instala en lo cotidiano. El rechazo de Lina hacia ese elemento no es un capricho, sino la manifestación de un desajuste más profundo, que afecta su forma de estar en el mundo. Esta relación ambivalente con lo que debería nutrir y limpiar habla de una lucha interior en la que lo vital se convierte también en obstáculo.
El filme abre interrogantes que van más allá de la intimidad de su protagonista. ¿Qué significa ser madre cuando se siente un abismo entre lo que se espera de una mujer y lo que se vive en carne propia? ¿Cómo se lidia con el juicio, muchas veces disfrazado de consejo, que proviene de familiares, amistades o incluso desconocidos? En cada gesto de incomprensión hacia Lina se refleja el peso social que muchas mujeres cargan: la exigencia de perfección en todos los frentes. Y, sin embargo, lo más conmovedor es que Lina, aun en medio de su desconexión, conserva la capacidad de mirar hacia los demás. Sus ensoñaciones sobre la vida de quienes la rodean muestran una sensibilidad que se abre paso entre la angustia. Esa curiosidad, esa empatía hacia otras existencias, funciona como recordatorio de que incluso en los momentos de mayor fragilidad persiste una fuerza que busca lazos y vínculos.
Lo admirable de la propuesta de Mumenthaler es que nunca recurre al dramatismo excesivo ni a la condena moral. En cambio, apuesta por una mirada compasiva, que reconoce la complejidad de atravesar un estado de alienación sin reducirlo a un diagnóstico ni a una etiqueta. Lo que podría presentarse como un derrumbe absoluto aparece, más bien, como una posibilidad de transformación, un espacio donde la vulnerabilidad también revela nuevas formas de habitar el mundo. En un contexto cultural que insiste en ofrecer explicaciones inmediatas, Las corrientes se atreve a sostener la ambigüedad. Nos invita a aceptar la incertidumbre y a convivir con lo inexplicable, mostrando que el sentido no siempre se construye desde la lógica, sino también desde lo sensorial y lo poético.
Al final, la experiencia que deja la película no es la de una historia cerrada, sino la de un viaje íntimo que interpela directamente al espectador. A través de Lina, se nos recuerda que la perfección es apenas una máscara y que, bajo esa superficie, cada persona navega corrientes propias, a veces serenas, a veces desbordadas. Y es en ese movimiento, en esa tensión entre hundirse y resurgir, donde se descubre la posibilidad de una nueva mirada sobre uno mismo y sobre la vida.
Titulo: Las corrientes
Año: 2025
País: Argentina
Director: Milagros Mumenthaler