I’m Still Here (2024), de Walter Salles

Una poderosa evocación de la vida bajo la dictadura militar en Brasil, a través de la lente íntima de la familia Paiva. Ambientada en Río de Janeiro en 1970, la película captura un momento crucial en la historia del país, donde la represión política y la violencia estatal comienzan a infiltrarse en la vida cotidiana de los ciudadanos. En el corazón de la historia está Eunice Paiva, interpretada magistralmente por Fernanda Torres, quien debe enfrentarse a la desaparición de su esposo Rubens, secuestrado por el régimen, y encontrar la manera de proteger y mantener a sus cinco hijos.

La película es un tributo conmovedor a la resistencia y fortaleza de una familia que, a pesar de no ser rica en términos materiales, disfruta de una riqueza intelectual y una libertad de pensamiento que se vuelve cada vez más valiosa en tiempos de represión. Salles, quien conoció personalmente a la familia Paiva en su adolescencia, basa su narrativa en hechos reales, lo que añade una capa de autenticidad y profundidad emocional a la historia. Este es su primer largometraje narrativo en 12 años y su primera película ambientada en Brasil desde Linha De Passe en 2008, marcando un regreso significativo a sus raíces cinematográficas.

Adaptada de un libro de Marcelo Rubens Paiva, hijo de Rubens y Eunice, la película aborda el doloroso tema de los desaparecidos en Brasil, explorando cómo las familias lidian con la ausencia y la incertidumbre. La auto-documentación de la familia Paiva, reflejada en fotografías reales y metraje de Super 8, se convierte en un recurso clave para el diseño de la película, que captura vívidamente la estética de los años 70 y los períodos posteriores de 1996 y 2014.

Salles utiliza estos materiales visuales para construir una atmósfera que oscila entre la alegría y la tensión. Un ejemplo destacado es la secuencia en la que Vera, la hija mayor, filma la vibrante energía de Río con su cámara Super 8 mientras canta una canción de Tom Zé, solo para ser abruptamente detenida en un control militar, subrayando la omnipresencia de la violencia en la vida cotidiana.

En su tratamiento de la historia, Salles opta por la sutileza y la contención, confiando en la actuación compleja y matizada de Torres para transmitir las profundas emociones de Eunice mientras lucha contra un patriarcado opresivo y una dictadura brutal. I’m Still Here no solo es un testimonio del coraje de la familia Paiva, sino también una reflexión sobre el papel del cine en documentar y resistir la opresión.