I’m Still Here (2024) de Walter Salles

“Memoria y Resistencia”

Por Laura Santos

Basada en el libro autobiográfico de Marcelo Rubens Paiva, Ainda Estou Aqui, la película I’m Still Here, dirigida por Walter Salles, profundiza en una de las épocas más oscuras de Brasil: los años de la dictadura militar en la década de 1970. La historia sigue a la familia Paiva, afectada trágicamente por las desapariciones forzadas y la violencia estatal. A través de su enfoque en esta familia, Salles construye un relato conmovedor y melancólico que se une a la tradición del cine sudamericano al explorar la memoria y la historia de los países que sufrieron regímenes autoritarios.

La trama, ambientada en 1971, sigue a Rubens Paiva (interpretado por Selton Mello), un excongresista que trabaja como ingeniero, su esposa Eunice (Fernanda Torres), y sus cinco hijos. Ante el endurecimiento de la dictadura, los padres deciden enviar a su hija mayor, Vera (Valentina Herszage), a Londres, mientras el resto de la familia se queda en Río de Janeiro. A pesar de los peligros, Rubens cree que no están en riesgo. Sin embargo, un día, es detenido sin explicación y no vuelve a casa, con el gobierno negando haberlo arrestado. Desde sus primeras escenas, I’m Still Here establece el tono sombrío de la vida bajo un régimen militar. Lo que podría parecer una escena de paz —los niños jugando en la playa y Eunice nadando en el mar— se interrumpe con la presencia ominosa de un avión militar sobrevolando la costa de Río. La represión es constante en esta cotidianidad distorsionada: en otra escena, Vera y sus amigos son detenidos violentamente en un puesto de control militar. Salles consigue retratar cómo la amenaza de la dictadura permeaba todos los aspectos de la vida, sin importar la aparente normalidad de la situación.

Sin mostrar explícitamente los horrores de la represión, la película sugiere una atmósfera de miedo y control. El espectador no presencia las torturas ni los interrogatorios en su totalidad, pero los percibe a través de la ausencia de Rubens y el dolor persistente de su familia. La narrativa adopta la perspectiva de Eunice, la matriarca, quien, encarnada de manera soberbia por Torres, vive la angustia y la incertidumbre de no saber qué ha pasado con su esposo. Su interpretación transmite la resistencia callada y el dolor retenido, haciendo que el peso de la historia recaiga en su mirada y gestos, evitando dramatismos excesivos. En su representación de la vida familiar, Salles consigue crear una dinámica cálida y cercana que invita a la audiencia a conectar profundamente con los personajes. La complicidad entre los hijos, las risas y las pequeñas rutinas familiares son un respiro ante la opresión que los rodea, lo que hace aún más desgarrador el inevitable desmoronamiento de esta unidad familiar. La casa de los Paiva, llena de arte y libros, representa el espíritu de libertad que una vez caracterizó a Brasil, antes de que la dictadura sofocara toda disidencia.

La historia trasciende los años setenta y, a través de saltos en el tiempo, conecta con el presente de Brasil, donde el eco de aquella época sigue resonando. La película invita a reflexionar sobre las cicatrices que dejó la dictadura en el país y cómo estas heridas aún no han cerrado por completo. Sin un discurso explícito, Salles sugiere que el olvido y la indiferencia solo perpetúan el ciclo de la historia. En los créditos finales, al mostrar fotos reales de la familia Paiva, la narrativa se convierte en un testimonio de aquellos que sufrieron las consecuencias de un sistema represivo.

Titulo: I’m Still Here

Año: 2024

País: Brasil / Francia

Director: Walter Salles

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