“Surrealismo y realismo”
Por Pablo Gross
En Familia, Francesco Costabile ofrece un enfoque que va más allá del drama doméstico convencional. A primera vista, la película parece seguir la trayectoria habitual de los relatos sobre abuso doméstico, abordando la naturaleza cíclica de la violencia, la experiencia del progenitor victimizado y la percepción distorsionada que los niños pequeños tienen de estas dinámicas. Sin embargo, lo que distingue a Familia de otros filmes del género es la habilidad de Costabile para infundir un terror sutil, casi imperceptible, que transforma la película en una especie de horror cotidiano.
Desde los primeros minutos, la película establece una atmósfera de inquietud que impregna cada rincón de la vida familiar. Objetos domésticos que suelen asociarse con la infancia, como los ositos de peluche, adquieren una cualidad siniestra, despojados de la inocencia y el consuelo que habitualmente evocan. Este tratamiento simbólico de los elementos del entorno cotidiano refuerza la sensación de que el hogar, en lugar de ser un refugio, es un lugar donde el peligro acecha en cada esquina.
La trama sigue a la familia Celeste, compuesta por la madre Licia (interpretada por Barbara Ronchi), el padre Franco (Francesco Di Leva), y sus hijos Alessandro (Marco Cicalese) y Gigi (Francesco Gheghi). Después de que el abuso violento de Franco lo llevara a prisión cuando sus hijos eran pequeños, el relato avanza a la veintena de los chicos, cuando Franco regresa al hogar, reavivando viejas heridas y desencadenando el drama central de la película. A través de flashbacks, Costabile muestra el terror constante que Franco infligió a su familia, evitando el sensacionalismo y el morbo en favor de una representación más contenida y sugerente de la violencia.
Familia encuentra su mayor fortaleza en la exploración del abuso doméstico, manteniendo un enfoque firme y sobrio sobre el tema. No obstante, cuando la narrativa se desvía hacia tramas secundarias, como la implicación de Gigi en un grupo fascista en Roma y su encarcelamiento por apuñalar a alguien, la película pierde algo de su contundencia. Aunque la conexión entre el abuso infantil y la radicalización de Gigi podría ser un tema interesante, Costabile no lo explora a fondo, lo que deja una sensación de superficialidad en esta línea argumental. La narrativa política de Gigi parece desconectada del núcleo del filme, y su historia se siente a veces como un apéndice que no logra integrarse completamente con la trama principal.
A pesar de estas debilidades, Familia brilla en su combinación de surrealismo y realismo, tejiendo una red de simbolismos que enriquecen la historia sin caer en excesos. La vida cotidiana de la familia está impregnada de un veneno latente, donde incluso los momentos más triviales, como un juego de cartas, pueden tomar giros peligrosos e inesperados. Escenas cargadas de tensión, como una inquietante secuencia sexual, están filmadas con una iluminación y sombras que subrayan el carácter surrealista de la narrativa. Costabile maneja estos elementos con destreza, manteniendo un equilibrio entre la representación de la violencia doméstica y el comentario sobre la ideología fascista, sin forzar la conexión entre ambos temas.
Titulo: Familia
Año: 2024
País: Italia
Director: Francesco Costabile