Entrevista a Lina Rodríguez, directora de So Much Tenderness
Teniendo en cuenta que es tu primera película filmada fuera de Colombia ¿Cómo fue escribir el guion de una historia de adaptación y superación en un nuevo país?
Aunque en efecto es mi primera película de ficción que toma lugar fuera de Colombia (al principio del año estrené un documental que se llama Mis dos voces, el cual también fue filmado en Canadá), llevo varios años viviendo como inmigrante colombiana en Canadá. Es por eso que esta sensación de “otredad”, de sentirme fragmentada, como si estuviera presente y ausente a la vez, no es nueva para mí. So Much Tenderness surge de esta sensación, de mi deseo por encontrar “un lugar”, que a la vez resiste y rechaza la idea misma de pertenecer. Dicen que cuando una se va de su casa, no termina llegando nunca al nuevo lugar y tampoco partiendo del todo. Más allá de escribir una historia de adaptación, estaba interesada en usar el lenguaje cinematográfico para articular el limbo emocional y temporal que habitamos muchos inmigrantes, la sensación de estar caminando en territorio firme un día y en arena movediza al día siguiente. También me interesaba reflexionar sobre la dificultad de “superar” el pasado y explorar la posibilidad de abrir caminos hacia la reconciliación, particularmente viniendo de un país como Colombia con una historia traumática de violencia y desplazamiento que ha impregnado todos los aspectos de nuestras vidas por muchas generaciones. Quizás hice esta película como un gesto para tratar de reconocer ciertos elementos dentro de mí, algunos conscientes y otros que tomaron forma durante el proceso mismo de hacerla. Este proceso de descubrimiento personal es algo que amo del cine, porque me obliga a cuestionar constantemente tanto mi perspectiva como mi relación con el tiempo y el espacio. Es una forma de enfrentarme a mí misma.
Me interesaba reflexionar sobre la dificultad de “superar” el pasado y explorar la posibilidad de abrir caminos hacia la reconciliación.
Durante toda la película sentimos que la narración avanza, pero de una forma extraña, que nos genera una sensación de interrupción del tiempo ¿porque decidiste filmar de esta manera?
En efecto, parte de mi intención con la estructura narrativa (qué vemos cuándo y cómo) era complicar nuestra percepción del tiempo, subvertir la expectativa de un orden cronológico, pues ni nuestras emociones, ni nuestros recuerdos están organizados de manera lineal. Después, durante mi trabajo con Nikolay Michaylov (cinematógrafo), nos enfocamos en utilizar el encuadre y la iluminación como herramientas para profundizar la sensación de dislocación geográfica y emocional que sufre Aurora, la protagonista de la película. En lugar de permitir que la audiencia se sintiera ubicada y tuviese claridad respecto al tiempo y espacio, quisimos invitarles a qué compartieran con ella esta sensación de suspensión. Es interesante que uses la palabra “interrupción” en tu pregunta, pues es esto exactamente lo que Brad Deane (productor, co-montajista y actor en So Much Tenderness) y yo buscábamos durante el montaje… queríamos interrumpir el flujo del tiempo, suspender la acción y emoción en la película. Aunque en el cine nos hemos acostumbrado a aceptar los flashbacks como una especie de vehículo que nos permite viajar cómodamente al pasado, yo prefiero referirme a estos momentos como “interrupciones” pues los veo más como una mezcla entre recuerdos, sueños y anhelos. Estos momentos (que también siento funcionan de cierta manera como cortocircuitos), no solo articulan la imposibilidad de capturar el pasado, sino que también resaltan la experiencia de vivir entre culturas y el miedo, dislocación y ansiedad que genera el trauma. Durante el montaje también utilizamos varias elipsis de manera muy estratégica. Al abrirle huecos a la línea del tiempo a través de cortes que no explican cómo llegamos de un lugar y tiempo a otro (lo cual es lo contrario de lo que se espera del montaje de continuidad, cuyo objetivo es mantener la coherencia y continuidad espacial – temporal), quisimos obligar a la audiencia a compartir la desorientación que siente Aurora mientras navega su vida en un nuevo país.
Hay algunos aspectos técnicos que son realmente interesantes y muy llamativos, por ejemplo los momentos de Aurora en soledad siempre están acompañados por sonidos ambiente muy potentes que parecen querer transmitirnos algo de lo que pasa en su cabeza ¿Cómo trabajaste estos aspectos?
Durante todo el proceso creativo de mis películas el sonido es una herramienta muy importante. Es por eso que me gusta imaginarme la actividad sonora de los espacios mientras escribo e incluir detalles de lo que se escucha tanto dentro como fuera de cuadro. Me interesa también jugar con la discrepancia entre lo que se ve y se escucha, lo que se ve y no se escucha y lo que se escucha y no se ve. De hecho, durante el proceso de escritura de So Much Tenderness, ya sabía que quería evocar una sensación de aislamiento durante la primera parte de la película. Quería crear una especie de frialdad/distancia, inhospitalidad y extrañeza que en efecto nos acercará a la subjetividad de Aurora, que nos invitara a meternos en su cabeza, tal y como lo mencionas en tu pregunta. Para esto utilice los ambientes metálicos e industriales presentes en la locación (Hamilton, una ciudad a 1 hora de Toronto), en combinación con otras texturas auditivas que fuimos recolectando en otras locaciones. Ya que la película está lidiando con una mujer que lleva “otro lugar” consigo, quería que Colombia estuviera presente solo a través del sonido, razón por la cual incluí yuxtaposiciones de paisajes sonoros de Bogotá y Toronto en distintos momentos de la película. Trabajé muy de cerca con Camilo Martínez (quien hizo sonido directo para Mañana a esta hora) en la creación de un banco de efectos de sonido, texturas y ambientes grabados en Toronto, Bogotá y otras ciudades en Colombia. Mi objetivo durante el diseño de sonido que lleve adelante con el apoyo de Lucas Prokaziuk (editor de sonido) y Matt Chan (re-recording mixer), era crear una serie de sensaciones que oscilaran entre la familiaridad y la extrañeza, pero que nunca se sintieran completamente presentes y reconocibles. De cierta manera me interesaba crear una sensación de porosidad a través del sonido que permitiera que los distintos tiempos y espacios se fueran mezclando creando una especie de tercer espacio/tiempo.
Quería crear una especie de frialdad/distancia, inhospitalidad y extrañeza que en efecto nos acercará a la subjetividad de Aurora.
Es espectacular la química lograda entre Noëlle Schönwald y Natalia Aranguren en cada escena, su complicidad en los silencios y charlas, ¿cómo llegaste a ellas?
Para el personaje de Aurora trabajé con Santiago Porras (Director de Casting en Colombia), con quien coincidimos muchísimo en términos de lo que nos interesa en la “actuación” (la forma en que alguien se mueve, como baila, la cadencia de su voz, su personalidad). Durante las audiciones, me impresionó mucho el carisma de Noëlle, su curiosidad y naturalidad. Aunque por supuesto el personaje de Aurora es una construcción que hicimos entre las dos, era vital para mí trabajar con alguien que tuviese la habilidad de permitir que ciertos cambios internos se reflejaran en su rostro sin mucho esfuerzo o intención. Tuvimos una hermosa colaboración de más de 5 meses la cual incluyó reuniones con abogados ambientales, personal de guarderías, profesores de idiomas y conversaciones con una amplia gama de inmigrantes colombianos que viven en Toronto. Para el personaje de Lucía hicimos una serie de audiciones en Toronto dirigidas a mujeres jóvenes colombianas (con y sin experiencia actoral) que hablaran español, inglés y spanglish. Aunque Natalia tiene formación actoral y algo de experiencia, me conmovió mucho la inmediatez y vulnerabilidad de su presencia. Ella también trajo su experiencia personal al personaje pues emigró sola a Toronto desde Bogotá hace unos años y también está navegando una vida entre culturas y temporalidades. Una vez más, una de las palabras que usas en tu pregunta es parte fundamental de mi proceso. En efecto, me interesa crear complicidad entre y con los actores para que no sea solo mi responsabilidad crear un mundo y una historia para los personajes, y entregárselos como si fuese un traje que deben ponerse y lucir. Es por eso que desarrollé una serie de ejercicios (que llamó “prehistoria”) para todos los actores. Para Noëlle y Natalia específicamente, genere oportunidades para que desarrollaran una relación personal entre ellas. Después, se dedicaron a construir vínculos y recuerdos para sus personajes, a veces en colaboración conmigo y otras de manera individual. Estuvimos en comunicación constante, lo cual nos permitió discutir ideas para sus personajes que finalmente incorporé durante mi re-escritura del guion antes de empezar a rodar. Estoy muy agradecida por la confianza que Noëlle y Natalia depositaron en mí, pues fue gracias a ellas que logré expandir la exploración de la relación de madre/hija que había empezado en mis películas anteriores (Señoritas, Mañana a esta hora). Esta intención está plasmada en la estructura misma de la segunda parte de la película donde vemos a Aurora y Lucía viajando por caminos separados pero paralelos, que a veces se cruzan. Este nuevo contexto las pone en una especie de terreno compartido que a veces les abre la posibilidad de verse cómo compañeras de camino, como mujeres fuera de los roles prescritos de madre e hija que tienen que interpretar la mayor parte del tiempo.
¿Qué expectativas tenés para el estreno en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata?
Aunque la película está hablada en Inglés, Español y Spanglish, tengo mucha curiosidad de ver las reacciones de la audiencia en Mar del Plata, pues será la primera vez que compartimos la película con un público completamente hispano-hablante. Además, Mar del Plata es un festival que admiramos y queremos mucho, no solo por su curaduría interesante y arriesgada, sino también por su manera de poner el cine contemporáneo en contexto con el cine clásico a través de la convivencia de películas de distintos formatos y géneros.
¿Te encontrás trabajando en otros proyectos?
Sí, en este momento estoy preparando el rodaje de un largometraje híbrido que vamos a filmar en Super 8mm y Hi8 en Bogotá del 28 al 8 de Diciembre, y después en otras cuatro ciudades en Colombia (Armero, Riohacha, Facatativá y Neiva) en Enero del 2023. Es una colaboración al frente y detrás de cámara con mi madre, Clara Monroy, quien ha interpretado los roles de madre y tía en Señoritas y Mañana a esta hora respectivamente. Estoy también co-escribiendo una nueva película con Brad Deane (mi compañero en la vida y el cine), la cual vamos a co-dirigir. La historia se centra en una pareja de canadienses viviendo en Bogotá.
Titulo: So Much Tenderness
Año: 2022
País: Canadá
Director: Lina Rodríguez