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Entrevista a Lautaro García Candela, director de Cambio cambio

Entrevista a Lautaro García Candela, director Cambio cambio

Por Lara Franzetti

En tu primera película, Te quiero tanto que no sé, hay un mapa porteño expansivo. En Cambio Cambio más bien una concentración de personajes hacia una zona particular del mapa. ¿Cómo fue el trabajo con la Ciudad de Buenos Aires como escenario?

Es verdad que la anterior era más concentrada. Yo creo que en este caso hubo que conocer a fondo el lugar dónde estábamos filmando. Esa concentración requiere mucho más cuidado, requiere mucho más perspectiva, más conocimiento. Creo que en mi primer película, la instancia de investigar sobre el “tema” (porque no había tema) no existía, y en esta película hay un mundo con reglas propias, que se circunscribe a un lugar determinado, que es el Microcentro, por eso había que aprender esas reglas para luego ficcionalizarlas. Me parece interesante lo que planteás porque yo creo que cuánto más chiquito es el espacio tenés que estar más seguro sobre lo que vas contar. Yo vivo a dos cuadras de Florida y Lavalle y el germen de la película empezó cuando me mudé. La curiosidad y la investigación se dieron al mismo tiempo que aprendí a vivir ahí (que también tiene sus mañas). Entonces creo que el trabajo fue un trabajo de investigación, un trabajo de acercarse a las personas que trabajan en la zona, investigar, tratar de entender, y recién a partir de ahí empezar a escribir. El guión lo empecé a desarrollar en la pandemia así que no tenía la capacidad de contrastar con lo que estaba sucediendo.  Después  fui contrastando lo escrito con lo que sucedía y la verdad es que por suerte cada cosa que sucedía le añadía más verosimilitud al relato.

Si hay algo que intenté privilegiar en la película es el ritmo. Pensé en ser chiquito, en trabajar en relación a lo que sucede con la calle y en el ritmo interno por sobre el virtuosismo de los encuadres más pictóricos.

¿Cómo pensaste los movimientos de los personajes y la puesta de cámara en un espacio tan determinado por el que pasan tantas personas? Me imagino que no debe haber sido tan controlable a la hora de filmar. 

No, no es para nada controlable el lugar. Sí son controlables nuestros recursos y procedimientos. Quiero decir, yo vivo ahí, entonces sé a qué hora hay arbolitos, a qué hora no, sé en qué spot hay arbolitos, en qué spot no, porque también uno no puede ir ahí a molestar a la gente. Lo que hacen ellos, podemos hablar sobre su legitimidad o su ilegitimidad, es ilegal. Muchas veces los escracharon ciertos periodistas con cámaras ocultas, y eso hace que estén más atentos. Sobre todo, nadie se le va a acercar a un arbolito caminando a cambiar guita si hay una cámara al lado. A partir de hablar, a partir de no de negociar pero sí de entender que uno tiene que estar ahí de la manera más tranquila y humilde espacialmente, se nos planteó un desafío pero también una manera de filmar: con lentes largos, con movimientos de cámara más que con contra-planos y con una planificación no tan elaborada pero  siempre en función de los personajes y el ritmo. Si hay algo que intenté privilegiar en la película es el ritmo. Pensé en trabajar en relación a lo que sucede con la calle y en el ritmo interno por sobre el virtuosismo de los encuadres más pictóricos.

En ambos films el enamoramiento es el catalizador de la acción, y si bien ambas películas tienen sus géneros, siempre está presente el romance y eso se sostiene a lo largo de toda la película. No es una sub-trama de amor, es la desarrolladora de la trama en sí. ¿Qué te interesa trabajar a la hora de representar el romance?

No lo había pensado, pero es verdad que en ambos casos el amor heterosexual romántico es bastante fundante en relación a la historia de los personajes. Yo creo que tiene que ver con mi educación en el cine. Soy cinéfilo y las películas que amo y de alguna manera me influyeron desde los inicios del cine tenían como regla de oro tener un romance, a veces como contrapunto, a veces como base de una historia. En ese sentido se me hace de lo más natural pensar las películas en relación a un amor de ese estilo. También es algo que sucede en mi vida, uno siempre se está preguntando por el amor, sobre cómo llevarlo, cómo actuar cuando uno está enamorado o cuando no.

Creo que en la primera película se trataba o tenía más que ver con un objeto. El amor tenía más que ver con la obsesión, casi como un objeto totemizado, casi un fetiche de idealización y de búsqueda. En este caso el amor tiene que ver con algo mucho más cotidiano y concreto. Es decir, a la parte del enamoramiento no la vemos, lo que vemos son sus efectos más concretos y más cotidianos, que son “Bueno, nos mudamos” “Bueno, tenemos  que pagar el alquiler” “La casa es chica, vos tenés que hacer esto, yo tengo que hacer lo otro”. Escribí muchas más escenas de las que quedaron en el guión hablando de eso: de cómo funciona la convivencia doméstica, que es algo que me interesa muchísimo. Creo que ahí suceden cosas de lo más románticas, más románticas que esperar a alguien abajo de la lluvia, que regalar flores. Son pequeños gestos del día a día con heroísmo de ambos lados (gestos más en sordina, asordinados) que básicamente hacen a nuestra vida más interesante y  llevadera. El amor en este caso funciona no solamente como un apoyo, como un refugio, sino que funciona como un catalizador. Ellos se quieren, quieren seguir  juntos, y para eso tienen que conseguir plata. Y eso también pasa en la vida real. Son diferentes tus amores si tenés plata o no tenés plata, si podés ir a comer, si no podés ir a comer, ir en taxi a todos lados,  si vivís lejos, si vivís cerca. La idea de que un amor funcione en abstracto como sucedía en la primera película no me interesa, ahora me interesa ver los efectos concretos del amor, el acompañamiento y la pareja en convivencia casi como si fuera una evolución natural de la anterior película.

Según mi visión, ningún personaje es simplemente funcional a la trama, todos tienen descripciones y podemos retener rasgos personales sobre cada uno. Hay una perspectiva muy cercana a las partes involucradas, tanto en “Te quiero tanto que no sé”, película en la que mayoría de los roles están ocupados por amigos (en donde la cercanía podría considerarse más obvia), y en Cambio Cambio, película en la hay un crisol de actores profesionales y amigos. ¿Cómo es tu proceso de escritura en torno a esto, siendo que en ambos films hay muchos personajes? ¿Cómo trabajás con los actores, sean estos profesionales o no, para desarrollar personajes con tanto sentimiento? 

Gracias por lo de tanto sentimiento. Es verdad que son películas corales, pero bueno, las dos tienen un protagonista muy claro que aparece en toda la película, que son los poseedores del punto de vista, y los demás son acompañantes en cierto punto. En este caso la co-protagonista es un poco más importante. 

La verdad es que en este apartado solamente tengo palabras de agradecimiento para los actores porque han sabido capturar la esencia de los personajes. No, me retracto, no es que captaron la esencia de los personajes, la construyeron, la construimos juntos, porque nada en un papel tiene esencia (y menos en un papel de guión que por lo general están mal escritos). De alguna manera lograron interpretarlo y hacerlo propio. Sigo pensando y me sigo fascinando por sus capacidades. Son personas que entienden muy bien el espacio, los tiempos, las marcas temporales de tono. 

Es una película que se apoya mucho en los actores, creo por mi inexperiencia en cierto punto, pero también porque los actores han sabido tomar sus papeles con decisión, profesionalismo y con generosidad. Ponerse tanto el papel al hombro de una forma muy generosa. Recuerdo momentos en los cuales casi todos los personajes, el de Pablo, el de Florencia, el de Daniela, el de Daniel, el peluquero, me han preguntado de manera insistente (y a veces encontrando respuestas muy poco interesantes) sobre el background de sus personajes. Yo pude contestarles hasta ahí, sabiendo que confiaba en ellos. Se establece una relación de confianza muy fuerte. Así como quizás ellos no entendían bien la parte económica, y yo les decía “Confiá, esto tiene sentido, te lo juro” y delegaron eso en mí, yo delegaba otras partes en ellos. 

Pregunta obligatoria: ¿estás trabajando en un nuevo proyecto? 

Tengo algunos proyectos que no quiero mencionar, no porque sean un secreto sino porque no quiero que se quemen y después que queden inconclusos. También estoy desarrollando una película que es una especie de La viuda alegre de Ernst Lubitsch que sucede toda en Puerto Madero y donde la viuda alegre de la película es una enviada del FMI a la que hay que seducir para que el país no entre en default. Eso estoy escribiendo ahora.

Titulo: Cambio cambio

Año: 2022

País: Argentina

Director: Lautaro García Candela

 

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