“El corto tiene diferentes capas de significado, una de ella tiene que ver con el rol que juegan las emociones en una sociedad en la que la productividad es un valor tan fundamental.”
¿Cómo llegaron a la idea de mezclar el síndrome de Tako Tsubo con una historia tan mágica?
El título está directamente relacionado con el contenido del cortometraje. Tako Tsubo, también llamado síndrome del corazón roto, es una especie de infarto pero causado por estrés emocional. Ham, el protagonista del corto quiere hacerse extraer el corazón porque no logra manejar sus emociones fuertes y porque, según asegura el médico, en la época en la que vivimos el corazón es superfluo. El corto tiene diferentes capas de significado, una de ella tiene que ver con el rol que juegan las emociones en una sociedad en la que la productividad es un valor tan fundamental.
Tal vez el punto más interesante (y fascinante) de la película es la idea de convertir al corazón en un sujeto y al mismo tiempo un objeto ¿Cómo pensaron esta idea?
La toma en la que Ham pondera “sujeto…objeto” mientras observa su corazón recién extraído surgió a partir de una broma de Fanny. No estaba inicialmente en el guión sino que emergió de nuestra colaboración. Es el momento en el que Ham intenta comprender su corazón al mirarlo desde afuera sólo para darse cuenta que su plan de objetivizar para entenderlo no funcionaba muy bien. Por otra parte, la idea de que el corazón cobre vida propia y esté indignado al ser extraído alude, según nuestra perspectiva, a la capacidad de influencia y acción de partes de nosotros que no controlamos tanto, no comprendemos o no podemos explicar, como las emociones. Siempre nos fascinó todo lo que escapa a la comprensión intelectual y aún sigue teniendo sentido a otro nivel.
Hay algo en la animación que realmente favorece a la historia en todos los aspectos posibles, tanto en la paleta de colores rojos y verdes, como en los pequeños movimientos, por ejemplo cuando sostiene el corazón en su mano ¿por qué eligieron este tipo de animación y cómo fue el proceso de trabajo?
Las decisiones acerca de la paleta fueron espontáneas, fueron tomadas durante el proceso de trabajo en interacción con los materiales de manera orgánica. Las acuarelas que Eva utilizó tienen colores muy intensos y producen patrones en el papel que de alguna manera tienen vida propia. Elegimos la animación stop motion realizada con acuarelas porque esta técnica, junto con la consistencia aguada del material, no es fácil de controlar totalmente y nos permiten sugerir cierto tipo de imperfección humana que queremos comunicar con el corto.
Sabemos que ambas estudiaron en la Universidad de las Artes de Berlín, ¿cómo planearon realizar Tako Tsubo y cómo fue el trabajo en equipo?
Nos conocimos en el contexto de la Universidad y enseguida nos dimos cuenta que nuestro trabajo resonaba muy bien entre sí, los textos (de Fanny) y las imágenes (de Eva) están cargados de cierto sentido del humor un poco oscuro y se generó una conexión muy especial. Cuando Fanny le presentó a Eva el guión en 2017, ella supo inmediatamente que quería animar el corto y dirigirlo con Fanny. Por supuesto trabajar en equipo también implica un aprendizaje a nivel vincular que requiere mucha comunicación y capacidad de negociación, ya que las decisiones importantes las tomamos de a dos.
¿Se encuentra trabajando en otros proyectos?
Por el momento estamos muy contentas que gracias al trabajo de nuestra distribuidora sixpackfilm (Austria) Tako Tsubo va a participar y competir en Festivales de cine en Austria, Holanda, Portugal, China y Canadá en los próximos tres meses.
Tako Tsubo
2024
Austria
Fanny Sorgo y Eva Pedroza