Elegies (2023), de Ann Hui

Elegies, el último documental de la cineasta hongkonesa Ann Hui, encuentra su potencia en la búsqueda. Lo que la sinopsis presenta como una “topografía de la poesía contemporánea” de Hong Kong, se revela rápidamente como una indagación íntima, a tientas, de los espacios y superficies donde este arte resuena con más fuerza para la directora. A través de una serie de encuentros dialogales que perforan el contexto de  pandemia en el que fue filmada gran parte de la película, Elegies finalmente ilumina nuevas dimensiones poéticas de esta directora, que inició su formación en la literatura y que, a principios de siglo, se convirtió en una referente del nuevo cine hongkonés.

La estructura de Elegies podría dividirse en tres partes o en una breve introducción cartográfica seguida por el hallazgo de una búsqueda que captura a la directora. Como si los aportes iniciales de los poetas Wai Yuen, Yam Gong, Leung Ping Kwan, Demg Ah Lam y York Ma fueran suficientes para liberar a Ann Hui de la obligación de bocetar las coordenadas estéticas por las que circula la poesía contemporánea de Hong Kong,  la casi totalidad del film se centra en el encuentro fascinado de la directora con los poetas Huang Canran y Liu Wai Tong. Con ellos, Hui ya no discute directamente de poesía, sino de todo aquello que la atraviesa irremediablemente: el trabajo, la soledad, el deterioro físico, la territorialidad  de Hong Kong y los distintos motivos para alejarse de ella.

Canran y Wai Tong, unidos únicamente por el montaje, se construyen en la película como polos contrapuestos de este arte chino pero, principalmente, de los modos de aceptar la existencia. Lo que los une es el amor profundo por la poesía y la mirada de Hui, que reconoce en ellos un “algo” al que le dedica su película. Aquello que la directora observa en los poetas se presenta, de este modo, como misterio y su desarrollo, como toda buena pesquisa, termina revelando más del observante que de los propios sujetos a investigar.

En una de las decenas de clases de literatura que Wai Tong imparte en el transcurso de un día, el poeta afirma que uno de los motivos de ser de la poesía es “expandir el sentido de los objetos”. Así también lo es, y esto lo expresa en la misma lección, reconocer la fluidez en la experiencia de vivir. Bajo el signo de la pandemia, Hui busca en los modos de afrontar la vida de Canran y Wai Tong no tanto la funcionalidad de la poesía, sino sus espacios de resonancia, aquellos intersticios donde este arte cala más fondo.