“Un nuevo artificio para el cine”
Por Kiara Warmerdam
Si bien el tema de la inteligencia artificial está por lo general arraigado a ciertas preocupaciones que trae, en relación a qué utilización se le da y si es un elemento que viene a reemplazar nuestros trabajos, etc; Kluge decide darle la vuelta al tópico y empieza a investigar cuales son las posibilidades narrativas que nos puede brindar este nuevo elemento.
No sé si vale la pena definir qué es lo que intenta narrar pero sí cabe mencionar que tiene un tratamiento hacia sus imágenes y las relaciones que hace entre ellas, donde encuentra patrones y nexos entre cosas que no suelen sostener un vínculo evidente. La película se divide en tres partes, y todas comparten el tópico de lo espacial y aquello que es tan grande que no lo podemos concebir ¿pueden las imágenes artificiales percibir algo que nosotros no, o están incluso más limitadas que nosotros, humanos? Retoma imágenes generadas a partir de inteligencia artificial y las superpone con imágenes de fórmulas, dibujos victorianos, patrones de estrellas, etc. En cierto punto, en el montaje y las consignas bajo las cuales se generan las imágenes, empieza a aparecer una idea de autor impensable dentro de la lógica de la IA. Y bajo esa misma lógica opera la película, haciendo relaciones y remitiendo de imagen a imagen constantemente.
Es cuando rompe con la estructura de diapositiva donde resalta aquellas posibilidades de superponer imágenes tanto propias como artificiales en función de una nueva imagen. Hay solo dos momentos donde figura material filmado; 1. filma la llama de dos velas y con ayuda de la IA, muestra diferentes imágenes que parten de aquella original, y en eso podemos encontrar una nueva pregunta en cuanto a estos nuevos recursos ¿que tanto podemos influir en estas nuevas imágenes a nuestro favor?, 2. narra el relato de un hada que vuela por todo el universo, donde nuevamente superpone imágenes del espacio artificial con un hada títere filmada, ambas se fundirán para luego generar y regenerar la figura del hada pero cada vez más mediada por la computadora, siempre remitiendo a la imágen anterior. Utiliza material de archivo en varias ocasiones para repetir estos procedimientos de generar y regenerar imágenes en cadena a tal punto de que divaga más y más en la narración. Desde ya, no es una falta sino, si se quiere, un nuevo descubrimiento en cuanto a las posibilidades narrativas de algo que inicialmente parece lo contrario.
De la misma manera que va divagando entre imágenes, lo hace en cuanto a estéticas de la música. En pocas palabras, la película es en cierto punto un entretejido de diversos materiales estéticos donde parece abrirse una nueva vertiente en función de lo autoral y lo narrativo, desde intertítulos en comic sans hasta mundos post humanísticos donde suena el techno y perros gobiernan.
Kluge a sus noventa años, nos trae Cosmic Miniatures, riendo un poco de todo y todos para poder presentarnos un material que parece tan inaccesible como lo es la inteligencia artificial. Hay una diferencia entre las imágenes artificiales que están bajo la consigna de un autor y aquellos con intenciones maliciosas que pretenden usar la IA como suplencia de trabajo humano. Más que una respuesta a un debate de si está bien o no, y pasando por el costado de aquellos usos que se le dan a la IA, parece que Kluge simplemente se divierte con esta nueva herramienta, propone a la inteligencia artificial como material para el cine y no como reemplazo de este.
Titulo: Cosmic Miniatures
Año: 2024
País: Alemania
Director: Alexander Kluge