Contact Lens (2024) de Ruiqi Lu

“Ruptura y liberación”

Natalia Llorens

¿Qué sucede si decidimos quitarnos los lentes y ver el mundo de otra manera? Esa es la pregunta central que plantea Contact Lens, ópera prima de la directora Lu Ruiqi. Lejos de ser un simple homenaje a Jeanne Dielman, 23 quai du Commerce, 1080 Bruxelles (Chantal Akerman, 1976), la película se erige como una reinterpretación profundamente cultural y personal que resalta el poder transformador del cine.

Desde la primera escena, la protagonista —interpretada por Yunxi Zhong— se encuentra atrapada en la monotonía de su pequeño apartamento. Su rutina es cíclica, mecánica, y la cámara, siempre observando desde una distancia calculada, refuerza esta sensación de confinamiento. Sin embargo, el acto de colocarse los lentes de contacto introduce una dualidad fascinante: ¿estamos presenciando una mejora en su visión o una nueva forma de encarcelamiento? La película juega constantemente con esta idea, haciendo que cada ajuste en la profundidad de campo y cada cambio de enfoque sirvan como metáforas visuales de su percepción del mundo y de sí misma.

Mientras deambula por su apartamento, la joven ve en la pantalla de su televisor una recreación china de Jeanne Dielman. La estética, el espacio doméstico y hasta el peinado de la protagonista de la película dentro de la película evocan a la icónica obra de Akerman, pero adaptados a un contexto cultural distinto. Esta decisión no solo evita caer en la mera imitación, sino que subraya cómo el cine puede ser un espejo empático en el que los espectadores —y los personajes— se ven reflejados, independientemente de su origen o circunstancia.

La película de Lu Ruiqi no se limita a replicar la desesperación de Jeanne; en cambio, transforma esa opresión en una exploración del tedio, la alienación y el potencial de cambio. A diferencia de la obra de Akerman, donde la rutina culmina en un desenlace trágico, Contact Lens propone una alternativa: la posibilidad de romper con el ciclo. El momento clave llega cuando la protagonista, después de ver su vida reflejada en la pantalla, se acerca a la puerta de su apartamento y toma la decisión de salir. Este gesto, aparentemente sencillo, encierra una poderosa declaración sobre la capacidad de liberarnos de las estructuras que nos mantienen atrapados. La película también desafía los límites técnicos del cine doméstico. Lu Ruiqi juega con el formato y la textura visual, estrechando el aspecto de la imagen para subrayar el encierro físico y emocional de la protagonista. La falta de una banda sonora predominante y el uso de cortes inusuales generan una experiencia sensorial que roza lo hipnótico, aportando una dimensión casi táctil a la historia. Este enfoque, cercano al ASMR, convierte la experiencia de ver Contact Lens en algo visceral, alejado del realismo austero que caracteriza al cine de Akerman.

Más que una simple narración, Contact Lens se convierte en un ensayo poético sobre la posibilidad de cambio. La protagonista encuentra en la ficción una vía para cuestionar su realidad, y ese diálogo entre pantalla y vida real resuena con el espectador. Si ella puede liberarse de su rutina, ¿por qué nosotros no podríamos hacer lo mismo? Quitarnos los lentes, figurativa o literalmente, podría ser el primer paso hacia una vida menos limitada y más auténtica. Lu Ruiqi demuestra que, a través del cine, no solo podemos vernos reflejados, sino también transformarnos. Contact Lens es, en este sentido, una obra que nos recuerda que, a veces, la verdadera libertad comienza con una simple mirada distinta.

Titulo: Contact Lens

Año: 2024

País: China

Director: Ruiqi Lu

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