Barrio modelo (2022), de Mara Pescio

“Notas para una novela inconclusa”

Por Candelaria Carreño

Silvia era una joven de familia acomodada que, tras viajar a la Rusia soviética, se obsesionó con las viviendas sociales del régimen comunista, de tal manera que decide dar un giro a su vida, mudándose al barrio cooperativo Hogar Obrero, ubicado en el barrio porteño de Villa del Parque, para comenzar a escribir una novela sobre las familias que allí residían. De a poco fue alejándose de su entorno, amigxs, hijxs, matrimonio, para tomarse el tiempo de observar a sus vecinxs y escribir sobre sus vidas. 

Una novela inconclusa, un departamento vacío, una figura perdida en las ramas del árbol familiar. A partir de esos ejes, la directora de Barrio Modelo, construye una especie de retrato difuminado. La historia de su tía es esquiva, cada vez que trata de acercarse, pareciera más se escabulle, tornándose inasible. Difusa y lejana, como las notas de la novela. Más allá de la primera línea argumentativa del relato, surge a partir de su construcción narrativa –el material de archivo, pero también los planos que recorren el barrio en la actualidad– analogías sobre los límites y posibilidades de las utopías pasadas: a la par que la figura de Silvia se pierde, también se desdibujan los proyectos de su época. El Hogar Obrero, poco tiene hoy de cooperativo y el sueño de la casa propia es cada vez más lejano. En esas analogías posibles, se encuentran las capas ocultas de la primera línea de la trama, que logran un relato complejo, reflexionando sobre estos devenires. 

Más allá de estas objeciones, Barrio Modelo logra un gesto afectuoso: decide recuperar los fragmentos de la novela escrita, a través de las voces de lxs vecinxs. La cámara los filma en los mismos departamentos que habitaron en el momento en que Silvia escribió sobre ellos y aún estaba viva, leyendo las notas sobre sus vidas de hace varias décadas atrás.  Esa intención logra, tal vez, el mayor homenaje a la mujer que, obsesionada con una idea colectiva, decidió conseguir un cuarto propio, abandonar las instituciones patriarcales y burguesas, e intentar vivir –con todos los costos que eso implica– su propia vida. 

Retomando las notas de una novela inconclusa, Mara Pescio vuelve al lugar donde vivió su tía para revisitar la vida de lxs vecinxs en la actualidad. En esa propuesta reflexiona sobre los devenires del barrio y las derivas de lo cooperativo, utilizando material de archivo de aquellos años. Con voz en off, relata los posibles acercamientos hacia la figura de Silvia, relatando momentos de su vida, reconstruidos a partir de su novela, pero también de sus anotaciones y subrayados de libros, fotografías, grabaciones de su voz, y las anécdotas familiares, capas de memoria que se superponen para contornear su recuerdo.