“La memoria fragmentada de una dictadura interminable“
Por Laura Santos
En Bajo las banderas, el sol, el realizador paraguayo Juanjo Pereira reconstruye los años más oscuros de su país a través de imágenes rescatadas del olvido. Más que un documental histórico al uso, su película es una experiencia sensorial que intenta capturar la densidad de un tiempo congelado: el régimen de Alfredo Stroessner, que se extendió durante 35 años, entre 1954 y 1989, con una intensidad represiva tan persistente como opaca. Lo notable de este proyecto no es solo la cantidad de material reunido —fragmentos de noticieros, piezas de propaganda, informes internacionales y documentos desclasificados—, sino el modo en que estas imágenes se yuxtaponen para armar un collage áspero, sin voz narrativa ni entrevistas actuales que guíen al espectador. Todo se cuenta con los restos que el propio régimen no alcanzó a borrar.
Apenas comienza la película, un cartel advierte: casi no quedan archivos fílmicos de esos años en Paraguay. No porque no se filmara, sino porque mucho fue destruido por la dictadura. Este gesto inicial marca el tono: se trata de buscar en lo que quedó afuera, en lo que se salvó por accidente o por haberse dispersado fuera del país. Pereira recupera esa historia perdida desde el margen, con materiales de otros países —Francia, Estados Unidos, Argentina, Japón—, donde Stroessner fue recibido con honores pese a las denuncias de violaciones sistemáticas a los derechos humanos.
El relato, lejos de desarrollarse de forma lineal, salta de un tema a otro: una visita oficial al extranjero, un informe sobre la construcción de una represa, el testimonio estremecedor de un opositor torturado, una imagen congelada de la rutina militarizada del país. Esta estructura dispersa no responde a un capricho estético, sino a una realidad profunda: la historia oficial del Paraguay fue rota, deshilachada por el poder, y reconstruirla exige también asumir sus fracturas. El film se vuelve así un archivo de archivos, un testimonio en forma de esquirla. Uno de los segmentos más inquietantes aborda la protección que Stroessner ofreció a criminales de guerra nazis, entre ellos el médico Josef Mengele. Aunque el episodio se aborda brevemente, basta para establecer un clima. En Paraguay, bajo ese régimen, el pasado más siniestro de Europa encontró refugio, y el dictador supo usar esa ambigüedad a su favor: autoritarismo, orden, catolicismo, anticomunismo. Un espejo siniestro de otras dictaduras del continente. No por nada Paraguay fue conocido como “el régimen nazi del pobre”.
El film también revela, sin subrayarlo, la complicidad internacional. Stroessner viaja, sonríe, saluda a presidentes y monarcas. Se lo ve junto a Videla, se celebra el acuerdo con Brasil por la represa Itaipú, se le abren puertas en Europa. Una visita a su pueblo de origen en Alemania encuentra apenas una protesta tibia de parte de organismos humanitarios. La escena final, ya en su exilio brasileño, lo muestra caminando por su jardín como un anciano intocable. Nunca fue juzgado.
Más allá del valor informativo, hay algo perturbador en la textura misma del film. La banda sonora —casi siempre compuesta por sonidos ambientales, zumbidos, truenos, crujidos— impregna las imágenes de un tono opresivo incluso cuando lo que se muestra parece inocente. Es como si el horror estuviera a punto de irrumpir en cualquier momento. Esa tensión invisible le da al film una carga emocional sorda, persistente. A eso se suman las tonalidades rojas —el color del Partido Colorado— que atraviesan muchas escenas, creando un eco visual incómodo, una ironía estética de múltiples capas. Bajo las banderas, el sol no ofrece respuestas, ni pretende explicarlo todo. Es un film que confía en la potencia de las imágenes y en la inteligencia del espectador para leer entre líneas. Su mayor acierto está en mostrar cómo el terror se instala no solo en la brutalidad explícita, sino también en los gestos cotidianos, en la propaganda ingenua, en la aceptación colectiva. Y que esa lógica, aunque maquillada de modernidad, sigue operando en el presente.

Titulo: Bajo las banderas, el sol
Año: 2025
País: Paraguay
Director: Juanjo Pereira