A Nuestros Amigos (2024), de Adrián Orr

“Una mirada muy humana”

Por Sebastián Francisco Maydana

Sería muy sencillo catalogar a A nuestros amigos como una película coming-of-age. Sara y sus amigos pasan sus años universitarios charlando en la plaza, yendo a la playa, compartiendo discusiones y cigarrillos y en definitiva tratando de encontrar su lugar en el mundo. Pero a diferencia del Breakfast Club, acá los personajes no se transforman ni resuelven sus conflictos. Más bien, esta película se parece a una fotografía en movimiento de aquel período en la vida de las personas que tendemos a rememorar a la distancia y sacudir la cabeza pensando por qué nos preocupábamos tanto por algunas cosas. Un momento que Sara vive con intensidad, con una pasión que la consume y la hace querer llegar lo más rápido posible, aunque no sepa a dónde.

David Orr consigue poner el foco en aquel momento tan específico y a la vez fugaz, logrando una mirada muy humana y auténtica llena de compasión. Por ello la fotografía se concentra en los personajes, no hay planos generales, sólo un montaje muy dinámico siempre con cámara en mano que permite compartir el espacio con ellos. Se genera una intimidad que apenas encubre la complicidad de ya haber pasado por todo eso. Aun sin ser angustiante, la existencia de Sara la angustia. Quiere ser alguien, tener alguna pasión o una idea de lo que quiere hacer por el resto de su vida. Su amigo Pedro la tiene, él es relojero y puede pasarse horas encorvado sobre la mesa encastrando piecitas unas con otras. Pero también pesa sobre él y otros amigos una maldición, una causa judicial abierta por una pelea estúpida de adolescentes en la que alguien salió herido. Sara no tiene una profesión, pero tiene inquietudes, busca en el teatro una forma de expresar esos deseos que ni siquiera sabe que tiene, pero la obra que está ensayando se vuelve demasiado real y afecta la relación entre ella y los chicos.

Remordimiento por el pasado y temor por el futuro son dos constantes en esta película, pero también en cierta edad y quizás más aún en esta época. A nuestros amigos es muy actual y apela a la complicidad del espectador. Esto último se ve enfatizado por el tono de docuficción que toma por momentos, poniendo en evidencia el dispositivo y planteando posibles cruces entre realidad y ficción. Paula y Sara actúan en una obra de teatro donde hacen de sí mismas. Esto le da más profundidad y humanidad a los personajes, que además llevan los mismos nombres que en la “vida real”. Este cruce, sumado a todos los elementos que mencioné anteriormente, hace imposible para el espectador no involucrarse con las situaciones y con los personajes, un logro no menor en este tiempo donde lo que predomina es la brevedad de la atención.

Titulo: A nuestros amigos

Año: 2024

País: España

Director: Adrian Orr