“La vida siempre encuentra una salida”
Por Nathália Oliveira
78 Days o 78 dana, en el título original, es una película de guerra en la que no se ven soldados, armas o el frente de guerra. Pero me atrevo a decir que retrata con más veracidad lo que es una guerra para la mayor parte de las personas que la viven que muchas películas en las que estos elementos bélicos están presentes.
El primer largometraje de la joven cineasta serbia Emilija Gašić nos presenta el cotidiano de una familia en una zona rural de su país que se ve obligada a encerrarse en su casa por los bombardeos realizados por la OTAN en 1999, en el contexto de la Guerra de Kosovo. Lo que vemos son registros familiares, típicos de las cámaras VHS de los 90s, filmados por las tres hermanas protagonistas.
De tan bien realizadas, las primeras escenas nos hacen dudar sobre si son registros reales de una familia, del tipo found footage, o si fueron guionados y filmados de esta manera. Luego, en algunos minutos de proyección ya es posible afirmar que se trata de un guión con direccionamiento, no por perder su veracidad, sino por el encadenamiento de los conflictos entre las hermanas y como vemos su relación con el mundo exterior.
El cotidiano del encierro, que nos parece familiar a todos los que vivimos la pandemia del 2020, es retratado de una manera dulce y nada pretenciosa, alternando momentos de peleas clásicas entre hermanas de cualquier país del mundo y otros de puro afecto, que también se manifiesta en lo formal de la película, ya que la dirección de la cámara es siempre la mirada de una de las personajes y es precioso ver como es posible transmitir el sentimiento de quien filma simplemente por su manera de filmar algo. Un gran logro de Gašić, además de la dirección de actores que realmente es fascinante.
Con el pasar de los días, mientras esperan que vuelva su padre, el cual fue convocado por el ejército, y con la expectativa de que estas imágenes que filman sirvan para que él sepa todo lo que pasó en la casa en este periodo, las tres hermanas viven situaciones típicas de su edad: la más grande, se encuentra descubriendo la sexualidad a partir del encuentro con un vecino nuevo, la del medio, los celos y el interés romántico por ese mismo vecino, y la más chica, el miedo, una nueva amistad, y la percepción de ser un enlace de afecto entre sus dos hermanas mayores. O sea: la vida misma que se desarrolla como puede en la grieta de la tensión de los bombardeos que cada tanto interrumpen lo que están haciendo o filmando y nos hace acordar a todos que están en el medio de una guerra.
En su ensayo La Guerra Siempre Encuentra Una Salida, publicado en 2005, el cineasta alemán Harun Farocki nos hace recordar el origen de lo que se pasó a llamar phantom shots: “A partir de 1920, en los Estados Unidos las tomas cinematográficas realizadas desde una posición que una persona generalmente no adopta, como las imágenes de una cámara colocada debajo de un tren, recibieron el nombre de phantom shots, literalmente ‘tomas fantasma’.” En “78 Días”, lo que vemos es la guerra observada desde una posición adoptada siempre por una persona. Es el exacto opuesto del phantom shot, se podría decir que es un “alive shot”, la toma de los vivos. De los que viven la guerra por imposición, de a los que la guerra les ha infiltrado las vidas, los hogares, las infancias y adolescencias, los descubrimientos sexuales, afectivos, las amistades.
Hay muchos logros en este que es apenas el primer largometraje de Emilija Gašić, pero el más grande de todos, especialmente en un contexto de diferentes e incomprensibles guerras en el lado oriental del mundo, es evidenciar quiénes son los que realmente viven la guerra. Y hacernos recordar que aún en un cotidiano de miedo, – subvirtiendo un poco el título del artículo de Farocki – la vida siempre encuentra una salida.
Titulo: 78 days
Año: 2024
País: Serbia
Director: Emilija Gašić