“El tema más antiguo (pero jamás anticuado) del mundo: el amor“
Por Nathália Oliveira
En un día soleado, al borde de la piscina de un crucero turístico, escuchamos una voz suave y seductora que anuncia la carta de tragos disponible para los pasajeros: Soulmate Sour, Marriage Margarita, Forever Wedding Date, French Kiss… Mary, nuestra protagonista, es una adolescente que pasea aburrida por este ambiente predominantemente ocupado por personas mayores y que, tal cual los nombres de los tragos, emana romance y seducción. Así comienza What Mary Didn’t Know, dirigido por Konstantina Kotzamani, que hace su estreno mundial en la Competencia Internacional de la 77ª edición del Festival de Cine de Locarno.
La directora griega, que en 2019 estrenó un corto hecho en Argentina, Electric Swan, trae en su nuevo trabajo una especie de Bildungsroman, palabra en alemán que en traducción libre sería algo como “novela de formación”, expresión que significa la jornada de iniciación y desarrollo de un personaje en un aspecto de su personalidad, en este caso, en el amor romántico.
Acompañamos a la adolescente Mary en su aburrimiento en ese crucero que claramente no está pensado para turistas de su edad. Es un viaje destinado al entretenimiento de gente mayor, con actividades recreativas como un casino, cenas temáticas y pistas de baile pensadas apenas para este público. Por eso, es muy interesante y coherente que el objeto amoroso de Mary sea justamente alguien que está al margen de lo “oficial” del barco: un joven trabajador de la cocina.
Con una dirección de actores impecable, Kotzamani logra hacernos sentir y entender todo lo que le ocurre a Mary y su interés romántico, aunque ellos mismos no se entiendan muy bien, ya que no hablan el mismo idioma. La joven actriz Tora Sandström lleva con gracia y delicadeza la responsabilidad de estar en la pantalla casi todo el tiempo de proyección, transitando entre los diferentes sentimientos que Mary experimenta en su jornada sentimental: aburrimiento, curiosidad, interés sexual, miedo, abandono… Parte de ese logro es hacernos recordar nuestras propias experiencias de Bildungsroman. Al final, ¿quién nunca ha vivido un primer amor pasajero?
El amor está por todos lados en What Mary Didn’t Know, y Konstantina lo maneja de diferentes formas. En momentos, expone lo ridículo del encanto amoroso y del uso comercial del amor dentro de ese crucero turístico; en otros, lo serio e intenso que puede llegar a ser el amor, especialmente en la escena de lo que parece ser la primera experiencia sexual de Mary, muy bien filmada y dirigida. Además, en otros momentos, el corto trae de forma sutil referencias míticas sobre el tema, como la diosa Afrodita o el mito de los enamorados Orfeo y Eurídice.
En resonancia con esas referencias de la mitología griega, está el uso de la computación gráfica de manera lúdica y muy estilizada para subrayar el lado cursi del amor romántico, o para crear un imaginario nonsense que invade la realidad aburrida de Mary. Para mí, esa estética enfáticamente computadorizada o “tecnológica”, que se mezcla con lo real, es la clave visual que nos reafirma que, aunque sea tan antiguo como los mitos griegos, el tema principal de esa película sigue actual, despertando el interés tanto de la gente mayor como de adolescentes. Puede ser el tema más antiguo del mundo, pero jamás será anticuado: el amor.
Titulo: What Mary Didn’t Know
Año: 2024
País: Francia / Grecia / Alemania
Director: Konstantina Kotzamani