“Desobediencia de la mirada”
Por Belén Paladino.
Año 1652, Córdoba, España. Una mujer grita con su hijo muerto entre sus brazos. Otras mujeres del pueblo la acompañan en su dolor, en su grito. Juntas increpan a los hombres, los llaman cobardes por no hacer nada para evitar que sus hijos mueran de hambre. Así comienza la revuelta, el levantamiento popular llamado El motín del pan. Poco se sabe de estas mujeres, algunos relatos, ninguna imagen, ningún nombre, pero si ha sobrevivido su gesto de rebeldía en la mirada de las mujeres contemporáneas que llevan adelante sus propias luchas. Pilar Monsell reivindica la lucha de aquellas mujeres anónimas en Una revuelta sin imágenes y celebra su legado.
Monsell recorre junto a su equipo, los Pósitos- depósitos de cereal- esperando que develen algo de la historia, ya que son los únicos testigos de aquellos días de revuelta. Allí, los poderosos feudales que dominaban la región de Córdoba en plena hambruna, luego de años de peste, conservaban sus cereales mientras lxs campesinxs y sus niñxs morían de hambre. En 2020, en plena pandemia, la discusión a nivel mundial sobre la necesaria redistribución de la riqueza sigue causando el mismo rechazo en las clases privilegiadas. Siglos después la historia se repite, nadie parece estar dispuesto a socorrer a lxs más débiles.
La directora rememora los tiempos de revuelta a través de placas que reponen el contexto y de su propia voz para narrar el rol decisivo de las mujeres por aquellos días. Grandes sucesos históricos fueron iniciados por mujeres. Sin embargo, poco se sabe de ellas. La historia patriarcal se ha ocupado de minimizar, de borrar de la memoria aquellas rebeldías, de adjudicarle esos triunfos a los varones, de dejar una vez más a las mujeres al margen de la historia, relegadas al ámbito de lo privado. Monselle posibilita un diálogo entre las mujeres de la revuelta y las mujeres que hoy visitan el Museo Julio Romero de Torres. En el cruce de miradas entre las mujeres pintadas por el pintor cordobés- que a falta de imágenes Monselle convierte en las mujeres de la revuelta- y las visitantes hay una continuidad, un legado. A partir de la elección de planos de las mujeres que observan conmovidas esos cuadros, la directora pone en escena el pasaje de lo individual a lo colectivo, porque ninguna batalla se gana en soledad.
Una revuelta sin imágenes parece estar guiada por la pregunta que enuncia su directora: ¿cómo recuperar las resistencias que no podemos ver? Y su respuesta es tender ese hilo que une a mujeres de distintas épocas en una lucha común. Porque aún sin saberlo, hay una continuidad entre las luchas del pasado y las actuales. Cargamos con ese dolor en el cuerpo y las ansias de transformarlo todo. La lucha como un gran tesoro, como un gran legado.
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Titulo: Una revuelta sin imágenes
Año: 2020
País: España
Director: Pilar Monsell