Un volcán habitado (2023), de David Pantaleón y Jose Víctor Fuentes

“Visiones de la naturaleza”

Por Sabrina Palazzani

En 2021, el Volcán de Tajogaite, ubicado en La Palma, España, entró en una erupción que se sostuvo durante casi tres meses, convirtiéndose en la más larga en la historia del archipiélago.

Dos amigos cineastas, David Pantaleón y Jose Víctor Fuentes, guiados por la curiosidad, comenzaron a registrar lo inmediato de aquello que ya intuían, de algún modo, como un acontecimiento natural histórico.

En Un volcán habitado (2023) los planos visuales, con toda su potencia vital, se amplifican junto con lo sonoro. Audios de Whatsapp que uno de los directores recibió espontáneamente en un grupo de amigos de la infancia, dejan, muy tempranamente en la película, la huella de la hospitalidad y la amistad que laten en este documental.

El impacto visual le pertenece al volcán; el cobijo, por su parte, es de  las voces cercanas que narran el desconcierto y ofrecen un lugar dónde quedarse cuando la lava o las cenizas lo hayan consumido todo.

En esta dirección, adivine, también, el sentido de convivencia con la desmesura natural. Planos dedicados, lentos y concentrados, muestran a los pobladores barrer las cenizas de techos, mesas y superficies varias; una tarea retratada tan metódica como infinita.

El vínculo entre la naturaleza y el cine tiene larga data. La representación de este tipo de fenómenos es, frecuentemente, narrada como amenazante. En este documental el evento supone algo que paulatinamente se vuelve orgánico, llegando a plantear, incluso, algunos interesantes ejes de convivencia y pactos de negociación con el entorno.

Los directores organizan una puesta en escena y estructura narrativa para la vida del volcán y de los habitantes de la localidad a partir del acto de hacerse presente y ver.

El gesto poético de lo contemplativo tiene un peso considerable si tenemos en cuenta que, en gran medida, todo lo que podrían hacer los residentes era mirar lo que ocurría a su alrededor. Como figuras típicas del turismo, vecinos con variados tipos de cámaras digitales se disponen a observar el comportamiento coreográfico de la lava y sus cenizas.

Los documentalistas Pantaleón y Fuentes obtienen así, de manera intercalada por el montaje, un resultado atrayente de imágenes de una nitidez y espesura absorbente, mediante el uso de encuadres que subrayan lo abismal del caso y, también, su proximidad.

Con un ritmo tranquilo y pausado, aunque con renovada información, la presunta parsimonia se introduce dentro de la experiencia misma del transcurrir en los días mientras se observa y ordena lo que el desastre ensucia y come de forma persistente, continua y silenciosa.

El crujir del volcán y algunos testimonios recrean juntos algunas preguntas sobre el presente y el futuro que enaltecen el vacío que la destrucción insinúa: ¿cómo probar que donde no hay nada ahora antes hubo una casa, un hogar propio, que la lava devoró? Lo novedoso de una insólita rutina configurándose en vivo.

Un volcán habitado (2023) es un documental de atractiva economía visual que funciona como un coro y un homenaje a la gentileza en comunidad.

Titulo: Un volcán habitado

Año: 2023

País: España

Director: David Pantaleón y Jose Víctor Fuentes