“Siempre supuse que hay algo mío en vos”
Por Belén Paladino
Cuando se busca una actriz o un actor no hay una explicación racional que justifique completamente la elección. Hay algo misterioso, una misma sintonía, una misma vibración que invita a confiar y crear junto a ese otro. Esto ocurrió entre la directora María Luisa Bemberg y la joven Alejandra Podestá. A partir de este vínculo, de este encuentro entre directora y actriz se estructura el documental de Tomás de Leone Un sueño hermoso.
En la década de los 90 María Luisa Bemberg contaba con enorme popularidad tanto a nivel nacional como internacional. Sus historias de mujeres fuertes que desafían las convenciones y se resisten a los modelos impuestos por la sociedad patriarcal eran también reflejos de su propia vida y su militancia feminista. El gran aporte de su cine ha sido sin duda establecer un cambio y generar un debate en torno a como las mujeres han sido representadas históricamente en el cine- mayormente a través de una mirada masculina y generalmente misógina. Reclamar el derecho de autorepresentarse y para ello es necesaria una mayor participación de las mujeres en el quehacer cinematográfico, dejando de lado los roles que históricamente se les ha asignado para hacerse cargo del relato y la toma de decisiones. Nuevos relatos, donde lo que sistemáticamente ha sido ocultado- ya sea por prejuicio o por pudor- se manifieste. Es allí donde se inscribe la última película de Bemberg De eso no se habla (1993).
Había una correspondencia directa entre la vida de Alejandra y Charlotte el personaje que interpretaba: la convivencia con una madre que se empeña en negar sistemáticamente la condición de enana de su hija; los mismos silencios y negaciones sobre la diferencia; el amor o erotismo como algo negado; el aislamiento y la búsqueda de la libertad. Participar en la película, para Alejandra, implicó un breve alejamiento de los mandatos maternos, la posibilidad de soñar un futuro y ser dueña de su propia vida. Ese empoderamiento es también el que le permite expresar su disenso sobre el final de la película- que en muchos aspectos es problemático porque habilita dos lecturas posibles que están en las antípodas: la unión de Charlotte a un circo puede ser entendida como una forma de autopercibirse como lo que su madre siempre ha negado, como una forma de asumir una identidad, o como un lugar común atroz donde el único destino posible para alguien de talla pequeña es ocupar el lugar que la sociedad le ha asignado históricamente, volviéndose la autoexclusión el único destino posible-. Alejandra desea un final diferente para su protagonista, porque sostiene que cada quien tiene derecho a ser lo que decida dejando atrás mandatos y lugares comunes.
Así como hay una suerte de juego de espejos entre la ficción y la vida de Alejandra. La propia historia de Bemberg también se entrelaza con todas sus ficciones- a veces de forma más evidente, otras más velada- la determinación de que nunca es tarde para darle un nuevo rumbo a la vida, alejarse de los mandatos, dejar de ser esposa de, madre de, para asumirse como una mujer deseante en busca de su propio destino. La libertad como bandera. El desafío continúa siendo el mismo: que esta posibilidad de barajar y dar de nuevo no sea solo posible para una clase social privilegiada.
Podría decirse que De eso no se habla deja al descubierto la faceta más poderosa de la ficción que es la autenticidad que se manifiesta cuando hay una correspondencia entre lo que ocurre en pantalla y quienes participaron del proceso creativo. Al entrelazar la propia vida con la ficción se deja de lado la concepción clásica de la ficción como farsa o máscara incluso como trampa.
Las protagonistas de un Sueño hermoso son dos ausencias que de Leone evocará a través del testimonio de quienes las conocieron y formaron parte de la película. Sin embargo, el gran aporte es la incorporación de las voces de ambas mujeres. En el caso de María Luisa haciendo uso de entrevistas y material de archivo, centrándose en la esfera pública. En cambio, la evocación de Alejandra será a través de unas bellas grabaciones de su voz. No hay especificaciones del origen de esas grabaciones, lo que las hace sumamente encantadoras es que parecen haber sido grabadas en la intimidad, funcionan como una suerte de diario íntimo donde la narradora se pregunta sobre el futuro y se permite soñar. De esta manera Alejandra se vuelve cercana al espectador, porque compartimos sus mismas preguntas e inquietudes, también intentamos responder diariamente la pregunta “¿Qué quiero para mi vida?”.
La voz de Alejandra confiesa que sueña con filmar la segunda parte de De eso no se habla, conocer el destino de Charlotte cuando abandona el pueblo, acompañarla en su nueva vida, constatar que todo haya sido algo más que un sueño. De alguna manera, al preguntarse por el destino de Charlotte parece preguntarse por el propio y recurre a la ficción para esbozar una respuesta posible. Pero muchas de esas preguntas han quedado sin respuestas y los sueños han sido violentamente interrumpidos. Alejandra fue víctima de un femicidio en una época donde los crímenes de odio hacia las mujeres eran caratulados como crímenes pasionales. El caso fue cubierto desde el prejuicio y la estigmatización, culpando a la victima de su propia muerte. Es duro constatar que aún hoy esta historia se repite una y otra vez.
Un Sueño hermoso rescata el gesto de rebeldía que comparten Alejandra y María Luisa. Y subraya la importancia del vínculo que nace entre dos mujeres muy diferentes que desean la libertad y que cada una la buscará a su modo, desde sus particularidades y diferencias. Pese a la distancia y la tragedia que separa a de Leone de sus protagonistas, establece un lazo afectivo muy fuerte con ellas. El cine se vuelve punto de encuentro. El cine como un juego de espejos que deja al descubierto que estamos constituidos por reflejos de les otres, que es mucho más lo que nos acerca que lo que nos aleja, que llevamos algo de elles en nosotres y viceversa, que la ficción puede ser también parte de la propia vida. Me atrevo a decir que, al igual que para muchas de nosotras, para Alejandra y María Luisa el cine fue y continúa siendo una forma de acercarse a la libertad y luchar por ella⚫
Titulo: Un sueño hermoso
Año: 2019
País: Argentina
Director: Tomás De Leone