Un gran casino (2025) de Daniel Hoesl

“Una apuesta perdida”

Laura Santos

En Un gran casino, Daniel Hoesl construye una crítica mordaz a la estructura del capitalismo contemporáneo a través del prisma de uno de sus símbolos más evidentes: el Casino di Campione. Con una puesta en escena depurada y una narrativa que mezcla lo documental con lo performático, la película expone la fragilidad de un sistema basado en la ilusión del dinero y la promesa del azar.

Dividida en capítulos que evocan la Divina Comedia de Dante –Inferno, Purgatorio y Paradiso–, la película traza el auge y la caída de este colosal establecimiento de juego, que pasó de ser un bastión de riqueza a una ruina financiera. El casino, fundado en 1917 como un centro de espionaje encubierto, floreció durante décadas hasta que la digitalización del juego y la mala gestión lo llevaron al colapso en 2018. Hoesl toma este microcosmos como una alegoría del sistema económico global, donde el lujo desmedido esconde una estructura diseñada para que siempre gane la casa.

A diferencia de sus trabajos anteriores, Hoesl adopta aquí una estética minimalista: el blanco y negro acentúa la atmósfera sombría, mientras que una voz en off poética y ominosa guía al espectador a través de una meditación sobre la avaricia y la manipulación financiera. La cámara se desliza entre las máquinas de juego y las mesas de ruleta con un hambre voraz, examinando la arquitectura del casino con una mirada tanto fascinada como crítica. En paralelo, imágenes de frescos religiosos establecen una conexión entre la idolatría del dinero y la fe perdida en un mundo gobernado por la deuda y la especulación.

Los personajes que habitan este universo –un jugador compulsivo, un guardián de la diosa del dinero, los crupieres que garantizan el orden aparente– son figuras arquetípicas que encarnan la mística del juego y el vacío existencial de una sociedad que ha reemplazado la religión por la economía especulativa. A medida que avanza la película, Hoesl desentraña la falacia de la mano invisible del mercado, desmontando la idea de que la búsqueda de la ganancia individual puede generar bienestar colectivo.

Un gran casino no es un documental tradicional ni una ficción convencional, sino una suerte de fábula cinematográfica que exige del espectador una apertura a la reflexión y al desconcierto. Con una puesta en escena calculada y un montaje que equilibra lo contemplativo con lo inquietante, Hoesl ofrece una visión descarnada de la codicia humana y el artificio sobre el que se erigen las grandes fortunas. Al final del recorrido, lo que queda es un sentimiento de desilusión, pero también una invitación a cuestionar los cimientos de un sistema que, como el casino de Campione, parece destinado a derrumbarse bajo su propio peso.

Titulo: Un gran casino

Año: 2025

País: Austria

Director: Daniel Hoesl