El jueves 7 de noviembre será el estreno de Midsommar, la nueva de película de Ari Aster (Hereditary, 2018)
Dani (Florence Pugh) y Christian (Jack Reynor) son una joven pareja estadounidense con una relación a punto de colapsar. Luego de que una tragedia familiar atraviese la vida de Dani, el difícil duelo los mantiene juntos y termina sumándolos al plan de asistir a un festival de verano en un remoto pueblo del norte de Suecia con los compañeros de facultad de Christian.
Lo que comienza como una despreocupada aventura de verano en una tierra de eterna luz toma un siniestro giro cuando los aislados pueblerinos invitan a sus invitados a formar parte de las festividades paganas, que vuelven el paraíso pastoral cada vez más inquietante y visceralmente perturbador.
Aunque con base en el género terror, similar al de la aclamada película debut de Aster, Hereditary: El legado del diablo, Midsommar toma una enorme distancia de su predecesora, conforme Aster empuja el género hacia nuevas e inesperadas direcciones. Una aventura apocalíptica a gran escala, Aster y su equipo creativo construyen un asombroso y único mundo desde su origen, repleto de su propio lenguaje, historia, mitología y tradiciones.
Trabajando con el diseñador de producción Henrik Svensson en Hungría, donde fue filmada la película, el equipo también construyó un aislado pueblo sueco de la nada.
Ejecutada con precisión hasta el último detalle de cada toma, la segunda película de Aster es un cuento de hadas oscuro y alucinante que además de dar mucho qué pensar, es antropológicamente inquietante.
Conforme Dani viaja de una dependencia emocional a un empoderamiento cuestionable, Aster examina una rica variedad de ideas, desde la fidelidad personal a la influencia social hasta el legado cultural, confirmándolo como un cineasta de riqueza y profundidad poco comunes, cuyo trabajo trasciende el género y se convierte en una singular experiencia en sí misma.
En el 2013, con Midsommar en su etapa naciente, Svensson estaba en Suecia recuperándose de un pequeño infarto, tomándose un año de descanso del trabajo. Conforme se recuperaba, comenzó a investigar sobre el folklore de Suecia y las tradiciones paganas, y envió algunos de sus descubrimientos a Aster en Los Ángeles.
En California, Aster encaraba su propia investigación sobre las tradiciones folklóricas suecas, nórdicas, inglesas y alemanas, consultando todo desde The Golden Bough de James George Frazer, un estudio antropológico sobre el paganismo que da saltos por todo el mundo conforme cosechó la cristiandad, a las tradiciones espirituales de los filósofos tales como Rudolf Steiner.
Este fue el principio de un proceso creativo de varios años en el que Svensson y Aster reunieron juntos una historia de 100 páginas detallando cada aspecto del mundo único y ricamente detallado de la película.
Desarrollando la mayor parte de la historia en Suecia, Aster trabajó con Henrik Svensson en Estocolmo para ayudarlo a entender un ambiente y una cultura que le eran totalmente extranjeras. Uniendo fuerzas con Svensson, visitaron los museos folklóricos, fueron a conocer las hälsingegards (Granjas de Hälsingland) preservadas en lo más profundo de la península escandinava, lograron entrevistar expertos en el campo de la antropología, y estudiaron meticulosamente las costumbres tribales suecas. Las granjas de Hälsingland son una herencia cultural y un ejemplo de la forma de construcción tradicional sueca en la vieja sociedad campestre de Hälsingland.
“Tratamos de comprender cómo las personas vivían en las comunidades rurales y religiosas escandinavas, desde hace 500 años hasta la actualidad” dice Svensson. “Nos fijamos en los elementos naturales- cómo las personas cuidaban la naturaleza, incluyendo a las plantas y a los animales- así como los elementos estructurales y el arte que los rodeaba, queríamos tener una idea de cómo se comunicaban, lo cual era muy comúnmente a través de la música”.
Conforme su investigación se fue volviendo más oscura, se encontraron a sí mismos inmersos en tradiciones más nefarias, incluyendo los métodos de tortura vikingos.
Entrando y saliendo de la luz a la oscuridad, Aster comenzó a escribir su guion, pensando en una especie de película de terror sobre la codependencia y la ruptura afectiva, insertando un grupo de modernos jóvenes americanos en el extraño ambiente de un escalofriante culto en el remoto norte de Suecia.
Midsommar fue filmada en el verano del 2018 en un campo de las afueras de Budapest, Hungría, teniendo en cuenta consideraciones logísticas y el mejor acceso a la luz solar posible.
Al igual que Hereditary, Aster construyó un elaborado set desde cero, incluyendo la pieza central de la película, el pueblo de Härga, concebido junto a su diseñador de producción.
“Me pareció que era importante que las audiencias fueran capaces de ver diferentes partes del pueblo en cada toma, como si estuvieran ahí celebrando con los Härga”, dice Aster.
Como el planificador meticuloso que es, Aster ya había diseñado todas las tomas y planeado toda la distribución del pueblo antes de que él y Svensson finalmente encontraran la locación correcta a unas millas fuera de Budapest a principios del 2018.