“Lo que no necesitamos comprender”
Por Pablo Gross
n Tracing Light, Thomas Riedelsheimer nos invita a un viaje profundo y contemplativo sobre la esencia de la luz, explorando su papel como un fenómeno esencial e inabarcable que ha fascinado tanto a científicos como a artistas. A través de esta exploración, la película traza la interacción entre la luz y la materia, un vínculo que revela misterios universales y desafía los límites de la comprensión humana.
Riedelsheimer, conocido por sus documentales centrados en artistas que trabajan con la naturaleza (Rivers and Tides y Leaning into the Wind sobre Andy Goldsworthy), nos sumerge aquí en una colaboración fascinante entre el arte y la ciencia. En el documental, figuras clave como el dúo artístico Semiconductor – Ruth Jarman y Joe Gerhardt – trabajan en el Centro de Investigación Avanzada de la Universidad de Glasgow con cámaras de detección de fotones, explorando la velocidad y la trayectoria de la luz. Esta tecnología, utilizada en investigaciones de física cuántica, lleva a discusiones que ponen en entredicho nuestra noción de tiempo y espacio. Mientras tanto, la artista Julie Brook nos transporta a remotos paisajes en Escocia e Italia, donde busca capturar la esencia de la luz y el fuego como fenómenos de la naturaleza.
Otro enfoque único es el del dúo Brunner/Ritz en el Instituto Max Planck en Alemania. En un espacio diseñado para exhibir la luz a través de su cambiante arquitectura, los artistas interactúan con científicos para comprender la oscuridad y el comportamiento de la luz en diferentes condiciones. Con sesiones de futbolito láser y debates sobre agujeros negros, el documental nos sumerge en los enigmas de la física cuántica sin tratar de imponer respuestas, permitiendo que la luz siga siendo un enigma cargado de posibilidades.
Tracing Light permite que las complejas teorías científicas se mezclen con la percepción artística en una simbiosis que expande nuestra visión de lo que es posible. Con una fotografía que capta momentos de quietud y belleza –desde la nieve iluminada hasta los reflejos prismáticos de la luz en el agua– y una banda sonora envolvente de Fred Frith y gabby fluke-mogul, Riedelsheimer crea un ambiente de asombro y misticismo que enriquece cada escena.
Para los protagonistas de esta historia, el misterio de la luz no necesita ser completamente entendido para ser apreciado. Como expresó Albert Einstein, el misterio es el corazón de la ciencia y el arte. Al igual que la dualidad de partículas y ondas que la define, la luz desafía las leyes del conocimiento absoluto y mantiene viva nuestra curiosidad. Tracing Light nos recuerda que, al igual que el cine, la luz conserva su magia precisamente porque no necesitamos comprenderla del todo para dejarnos fascinar por ella.