“El contraste del mundo”
Por Ian Quitana.
La película comienza con un hombre llamado Zhou Zenong (Hu Ge) esperando en una estación de tren. Una mujer llega a su encuentro y entablan una conversación. En su diálogo, y mediante dos grandes flashbacks, conocemos cómo han llegado hasta allí. De Zenong sabremos que es un gangster recién salido de la cárcel, que controla algunas calles de Wuhan y es líder de una pandilla que roba motos. Veremos la disputa con otra pandilla por el control de las calles y el asesinato por error de un policía. Zenong está huyendo y su cabeza tiene precio.
De Liu Aiai (Kwai Lung-mei), la mujer que viene a su encuentro, sabremos que es una prostituta y que ha llegado con un mensaje de la esposa de Zenong, para ayudarlo a escapar, aunque el dinero de la recompensa sea su único interés. La trama que se teje luego de ese encuentro abarca tan sólo dos días, pero en ese breve tiempo se despliega una épica de traición y sangre, que será el descenso de Zenong a los infiernos, pero también el retrato de una ciudad dominada por la corrupción y el crimen que ejercen hombres ávidos de poder.
Diao Yi´nan, dirige este policial noir contemporáneo, que reinventa las bases del género para construir una historia plagada de violencia, pero con un despliegue visual único. Desde el inicio la puesta en escena y los movimientos de cámara se desarrollan como un baile coreografiado. El relato cobra una dinámica vertiginosa y laberíntica. La puesta visual potencia la atmósfera sórdida en donde se sumergen los personajes, y el detallado tratamiento sonoro construye un ambiente de tensión y suspenso constante. Todas las situaciones están remarcadas por una frecuente utilización de luces de neón, de colores eléctricos, que generan fuertes sombras en el cuadro. Los cuerpos se esconden en la oscuridad, sus gestos y palabras se fragmentan tanto como el relato. La película de Diao Yi´nan oculta más de lo que muestra. En lo poco que deja ver se observa un mundo hermoso, pero en el que sólo suceden cosas terribles.
La persecución de Zenong por parte de la policía y la pandilla enemiga comienza. Su agonía será trágica. El despliegue humano y visual es enorme, y lo que empezó como un simple intento de robo se transforma en una cacería humana. La ciudad pareciera estar sólo compuesta de criminales y policías. Esta dualidad de personajes buenos y malos absolutos se mantiene en todo el film. Como en el contraste de la imagen, en el interior de Zenong se debaten las luces y las sombras de la naturaleza humana, la búsqueda del bien y del mal. En su desventura deberá entregar la vida para dejarle algo de dinero a su esposa. Ese deseo de ofrenda será el único gesto de afecto que se verá en todo el relato, pero sólo en los últimos minutos de la película se cumple. El resto del film es un viaje cinemático compuesto por movimientos, luces, sonidos, gestos y miradas en donde se construyen escenas icónicas cargadas de tensión.
Los giros narrativos son inesperados y la fragmentación del relato oculta momentos importantes de la narración, teniendo el espectador que construir las situaciones faltantes. El manejo de los tiempos y espacios que hace Diao Yi´nan demuestra la potencia de su película y la facilidad para construir un universo en constante caos, que, sin embargo, puede seguir siendo bello. El frecuente humor negro suaviza la crudeza del relato y resalta el patetismo de los personajes.
Un mensaje final dará un pequeño atisbo de esperanza ante tanta violencia ejercida por los hombres en la búsqueda de control y poder. En las únicas dos mujeres que aparecen en la película se verá el cariño, la esperanza y un posible nuevo mundo a futuro.
Titulo: The Wild Goose Lake
Año: 2019
País: China
Director: Diao Yinan