Sobre todos los vivos y sobre los muertos. La habitación de al lado, de Pedro Almodóvar

“Cuando el deseo desaparece, cuando ya no hay lectura que apasione o música que conmueva ¿qué más queda por ser vivido?”

Por Kiara Warmerdam

“Su alma caía lenta en la duermevela al oír caer la nieve leve sobre el universo y caer leve la nieve, como el descenso de su último ocaso, sobre todos los vivos y sobre los muertos.”

James Joyce en Los muertos

Martha recita esta frase mientras ve caer la nieve, luego mirando The Dead (1987) de John Huston, y por último Ingrid, quien rememora a su amiga escuchando los pájaros que fueron el leitmotiv de su muerte. La habitación de al lado (2024) narra el vínculo entre dos viejas amigas, una de ellas está por morir y le pide a la otra que esté en la habitación de al lado en el momento en el que suceda.

Es imposible ignorar la herencia que tiene Almodovar en cuanto a las relaciones que retrata, y es un proceso interesante de ver como este se adapta al inglés. En toda su filmografía hay restos de personajes de telenovela, en este caso española, donde hay una sinceridad brusca en cuanto al drama que siempre está presente. Los personajes tienen incorporada la tragedia de forma que todos los objetos se inscriben configurados a partir de esa concepción de las cosas. En el mundo Almodovariano, la tragedia forma parte de la vida, el drama y el dolor son factores fundamentales de la existencia, y por lo tanto sus personajes lidian con ello como si fuese algo más en sus vidas, obviamente sin quitarle importancia.

Creo que hay algo en el vínculo entre Martha e Ingrid que contiene esta sinceridad, este dramatismo subyacente, y se resalta quizás más debido al idioma y a esos cuerpos estadounidenses, mucho más fijos en el espacio y otra relación con los demás cuerpos. Hay un momento en el que recuerdan a un “amante compartido”, el cual estuvo con Martha primero y luego con Ingrid, y ambas se ríen. Martha le confiesa que estuvo un poco molesta en su momento, y este momento me parece central en cuanto a definir su relación, porque ninguna decide hacer un gran escándalo por algo que hizo la otra. Es como si un posible rencor fuese siempre suprimido por el amor a la otra, y eso es algo que Almodovar encuentra en la mayoría de relaciones entre mujeres. Incluso en los momentos en los que Martha es insensible en cuanto a su muerte, en oposición a la sensibilidad de Ingrid respecto al tema en particular pero también como generalidad, hay un acuerdo tácito entre ellas de perdonarse porque su vínculo vale más que eso.

A nivel espacial, se puede dividir en dos partes: en la ciudad y las afueras. Todo su encuentro en Nueva York es una construcción hacia lo que está por venir, idas y vueltas en flashbacks que dan cuenta lo que las une y lo que Martha está dejando atrás. Quizás la película termina de concretarse en el momento en el que llegan a la casa en la que Martha va a morir. Almodovar se siente de repente más cómodo en cuanto al espacio y a sus chicas en él. La casa funciona como ese espacio dispuesto a ser habitado, en cierto punto, como una muerte espacial. En el medio de la nada, la casa representa cosas diferentes para ambos personajes. Para Martha es la muerte que quiere habitar, para Ingrid es la muerte de la que quiere huir y por eso nunca termina de estar. El espacio para Ingrid se vuelve esa posible muerte con la que no quiere encontrarse, y casi hasta en un sentido más cruel, hay una sensación que puede ser en cualquier momento. De hecho lo que va en cierto punto preparando a Ingrid para ese momento, son las confusiones en las que cree que pasó y no.

Martha muere en el momento en el que su muerte de repente se vuelve parte del mundo sin ser un choque abrupto con la cotidianeidad. Muere con el sol dándole en la cara y escuchando los pajaritos cantar, la vida convive con la muerte.

La muerte es algo que siempre está. Almodovar habla de la guerra, del cambio climático, de cuestiones que el mundo está tratando de ignorar casi de manera paradójica. Huimos de la muerte y la repudiamos pero a su vez es lo que más estamos generando como seres humanos. La película intenta buscar soluciones para contrarrestar la muerte inevitable, y la respuesta más interesante es la del deseo, ya que en cierto punto hay algo de ese concepto que aglutina tanto a la vida como a la muerte en su definición. La sexualidad como el encuentro más cercano a la mortalidad es a su vez un escudo hacia la muerte. Cuando el deseo desaparece, cuando ya no hay lectura que apasione o música que conmueva ¿qué más queda por ser vivido? Creo que la película en su totalidad, y Almodovar en este punto de su carrera y de su vida, nos develan una visión contemplativa del mundo y de cómo funciona para los seres humanos. Se plantea una especie de ‘ecosistema’ almodovariano donde la vida es cuestión de aceptar la muerte y habitarla cuando llegue, pues es algo que nos espera a todos. El mundo que La habitación de al lado plantea es aquel donde la nieve cae, los pajaritos cantan, tanto para los vivos como para los muertos, para la ciudad y las afueras, para Ingrid y para Martha.

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