Site Of Passage(2022), de Lucy Kerr

“La imaginación en la amistad”

Por Lucas Greco

Las formas de divertirse, y de representarse dentro de esa encarnación lúdica, en el mundo varían acorde a la edad y el tiempo de recreación del que se disponga. En este corto de Lucy Kerr, se muestra la intimidad y las formas que utilizan un grupo de niñas para entretenerse y, a su vez, estrechar esos vínculos. 

Según la teoría del impulso del juego del filósofo alemán Friedrich Schiller, el estimulo lúdico puede ser un principio de acción de belleza. Esto surge a través de la acción recíproca entre impulso sensible o material y el impulso formal o racional. Pero, el movimiento dialéctico del juego los suprime y los conserva a la vez. La sucesión de imágenes que el corto evidencia muestra la conjunción de cuerpos, de materia, así como también de complicidades, risas y ritos. Lo sensible y lo material se suceden para dar cuenta de ese momento íntimo y compartido de una experiencia que sólo puede situarse, para retratarlo, desde el mismo lugar de ya haberlo vivido: ser un niño y divertirse con la imaginación. 

El primer juego al que se hace referencia es “light as a feather, stiff as a board” (ligero como una pluma, rígido como una tabla”) que implica que una de las participantes se acueste boca y el resto la rodee estando arrodilladas. Luego, las que forman el círculo comienzan a decretar que aquella acostada se encuentra muerta, para luego unir las manos, suspendidas a la altura del pecho de la supuesta muerta. Alzan a la acostada y comienzan a repetir el mantra que le da nombre al juego. La idea es que se la pueda alzar usando sólo la punta de los dedos para imitar su levitación. En la simplicidad que requiere de la utilización del cuerpo como movimiento, y de la imaginación como aspecto sine qua non, se consolida una forma de jugar, y de establecerse en el mundo aún desde una lado mágico.

Las imágenes se suceden de una manera que dotan la escena de puerilidad y complicidad, con una luz clara y natural que le confieren a esa intimidad iluminación. Porque son los cuerpos de las niñas las que se van contorsionando y transfigurando en entretenimiento, pero también desafío, como lo muestra el segundo juego que implica deben pasarse un objeto invisible y reconfigurarlo como otro distinto dándole otro uso. Lo material se construye desde lo sensible que se alimenta desde la fantasía. Es el juego, junto con la desfachatez de no sentir vergüenza, que posibilita esa condición misma de ingenio, de acción y reacción.

Por último, se evidencia un juego donde los cuerpos se amalgaman y se apoyan unas en otras para poder levantarse y quedarse acostadas, sin necesidad de sillas. Aquí, lo corpóreo, que se transforma en arquitectura, muestra el esfuerzo físico de verse en una posición incómoda, pero que se soporta y se equilibra al apoyarse en otros cuerpos. El símbolo que esta figura conlleva, de ser sostén y apoyo de otra persona, es mucho más potente que el divertimento mismo. Sin embargo, ambas se solidifican y retroalimentan.

El juego y la necesidad de verse dentro de un grupo que comparte los mismos valores lúdicos es necesario como condición de sociabilidad en una determinada edad. Lo importante es volar con la imaginación y dejarse llevar con la contorsión del cuerpo, construyendo algo mucho más potente que sólo unos minutos de recreo.