“Sanar desde el dolor”
Por Lucía Roitbarg
Las imágenes del documental de María Silvia Esteve son exclusivamente cintas de VHS. A veces en orden cronológico y a veces rompiéndolo, lo que mejor sirva a su narración, la directora reconstruye su historia familiar, la cual estuvo marcada principalmente por la infelicidad de su madre, Silvia, quien de acuerdo a la voz de la directora se quedó junto a su padre Carlos más bien por miedo que por deseo.
Las imágenes seleccionadas muestran principalmente momentos cotidianos en los que aparecen la directora junto a sus dos hermanas, su madre y muy ocasionalmente su padre quien oficiaba la mayoría de las veces como “director” de aquellas cintas. En general todas escenas de tono festivo, claramente los únicos que ameritaba filmar con la cámara VHS. Si no viésemos más que esas filmaciones, la película sería otra. Pero lo interesante de la elección de la realizadora es que utiliza casi todo el tiempo estas imágenes como contrapunto a su propia historia, en la que con su propia voz se adentra en los lados más oscuros de aquellos años que junto con una de sus hermanas intenta reconstruir. Sus voces (siempre en off) a veces disienten sobre un mismo episodio: “Carlos no amenazó de muerte a mamá como vos decís” le reclama su hermana a Silvia. Por lo tanto en el medio del documental sentimos la incomodidad de ambas al contar los hechos del pasado, y ahí se revelan las principales distorsiones: a pesar de haber vivido lo mismo, el recuerdo es subjetivo.
Si bien Esteve le da la voz a su hermana, el documental, como bien dice ella al final, es para poder entender un poco más que fue lo que pasó en su familia. Pero lo cierto es que las historias que cuenta son muchas y todas dialogan para armar un relato que tampoco puede explicarlo todo: la historia de su madre y su abuela quién intentó matarla más de una vez al tener brotes psicóticos, la historia de cómo sus padres vivían peleando y Silvia siempre trataba de interceder por su mamá, las historias que su propia madre le contaba a sus hijas sobre su padre o ex novios, más los recuerdos de cada una de ellas, más las historias que narran las imágenes. Parece mucho y lo es. Las sonrisas de Silvia y sus hijas en los VHS se tiñen a medida que avanza el film de un color bastante negro: un padre psicótico que mantenía amenazada a su madre, tres hijas viviendo escenas de violencia sin saber muy bien qué hacer y una hija, Silvia, a la que parece haberle caído toda la responsabilidad. “Por algo te puse Silvia” recuerda Esteve que le decía su madre, dando a entender que ella estaría siempre para cuidarla. Mientras tanto sólo contemplamos momentos “felices” en la pantalla.
Claramente que es muy personal lo que decide contar la directora, y, sin embargo, encuentra un modo de narrar en el documental en el cual la ficción está colándose todo el tiempo, no porque haya algo inventado, sino porque toma algunos de sus artificios dramáticos para que exista una evolución en la película y una complicidad con el espectador que en los documentales es difícil de lograr. Quizás porque también para Esteve su propia historia necesita de ficción⚫
Titulo: Silvia
Año: 2018
País: Argentina
Director: María Silvia Esteve