Mientras una nueva ola del movimiento denominado #MeToo parece querer sacudir el 77º Festival de Cine de Cannes con rumores de que los cineastas con películas en el evento serían señalados, Thierry Frémaux enfatizó que su evento no trata de polémicas, sino de las películas que están en la pantalla.
Si hay controversias durante Cannes, “intentamos evitarlas”, dijo en el día de ayer durante una rueda de prensa vespertina. “El año pasado, como saben, tuvimos algunas polémicas, y nos dimos cuenta de ello, por lo que este año decidimos organizar un festival sin polémicas para asegurarnos de que el principal interés para todos nosotros aquí sea el cine”, dijo Frémaux. “Así que si hay otras polémicas, no nos conciernen.”
“Se trata de las películas y de si merecen o no, en términos estéticos o artísticos, estar allí”, dijo Frémaux. “No hay ideología que guíe al comité de selección”.
“Nos gustaría tener un festival sin polémicas”, continuó el director de Cannes, “la política debería estar en la pantalla”.
“Lo hablaremos en cinco años. Puede que yo ya no esté, pero ¿habrá autocensura por parte de los artistas?” preguntó. “¿Lo que está sucediendo hoy, con las nuevas relaciones sociales y los vínculos entre mujeres y hombres en el mundo, fomentará nuevos tipos de historias?”
Algunos medios preguntaron a Frémaux si estaba de acuerdo con los comentarios publicados por el alcalde de Cannes, David Lisnard, en L’Opinion, que equiparaban el reciente movimiento #MeToo en Francia con la Stasi de Alemania del Este. El director de Cannes respondió que no estaba familiarizado con el artículo.
Había mucha especulación antes de Cannes de que un supuesto informe explosivo sería publicado en el sitio web de investigación Mediapart, que ha realizado varios reportajes profundos sobre las acusaciones del #MeToo en Francia.