Del 7 al 10 de septiembre, la revista La Vida Útil, el Cineclub Municipal Hugo del Carril y su Asociación de Amigos aúnan fuerzas para presentar la retrospectiva completa de la obra como director del enorme cineasta, cantante y actor Hugo del Carril. Los 15 largometrajes que integran la muestra serán proyectados en fílmico, lo que permitirá ver las películas en las mejores condiciones de proyección disponibles. Este ciclo es un verdadero hito para la cultura cinéfila de Córdoba: será la primera vez que puedan verse las películas de Del Carril juntas en nuestra ciudad (y la segunda vez en toda Argentina).
Este evento se producirá en el marco de la presentación del número 6 de la revista La Vida Útil, que incluye un extenso dossier sobre cine clásico argentino. El domingo 10/9 a las 18:00 se realizará una función especial de presentación con un diálogo entre Fernando Martín Peña –historiador, docente y divulgador del cine argentino–, María Aparicio –cineasta y colaboradora de La Vida Útil– y los editores de la revista, con la posterior proyección del mediometraje En marcha, dirigido por Hugo del Carril en 1964.
La parte central del nuevo número contiene un extenso y profundo dossier de más de cien páginas sobre cine argentino clásico, un trabajo que llevó casi dos años y que contiene textos de casi veinte especialistas: en las páginas se explora la carrera de directores como Torres Ríos, Cominetti, Coppola, Ferreyra, Romero, Saslavsky, Christensen, Schlieper y, por supuesto, Hugo del Carril, con la de actrices como Tita Merello y Mecha Ortiz. Además, esta edición trae entrevistas a Amy Halpern, Helke Misselwitz y una masterclass de Pascale Bodet. Junto a las críticas y crónicas habituales, también fue entrevistado el docente y programador dominicano Diego Cepeda sobre su historia y la historia del cine de su país y del Caribe.
La revista de cine La Vida Útil nació como fusión de dos importantes polos de crítica joven en nuestro país, la revista online Las pistas, con sede en Buenos Aires, y la revista impresa Cinéfilo, que editara 23 números en la ciudad de Córdoba. En su primera editorial se definen como una generación de críticos que no viene del periodismo sino de las escuelas o universidades de cine, con otro conocimiento, que intenta entender qué implica que tengamos toda la historia del cine a la distancia de un click: ¿cómo se programa la cinefilia cuando no hay nada vedado? ¿Qué responsabilidad tiene una generación nativa en todos estos cambios? Partiendo de estas inquietudes se propone, entonces, una mirada fuerte, precisa, que pueda recomponer relaciones –políticas, sociales, estéticas– que se nos escapan o que se quieren ocultar. La revista ya cuenta con seis números y un libro editados –Una luz revelada. El cine experimental argentino, de Pablo Marín–, que han sido presentados en diversos lugares de Argentina y Europa. La Vida Útil también ha organizado, conjuntamente con el Cineclub Municipal y su Asociación de Amigos, cuatro ediciones de la Semana Mundial de la Cinefilia.
Hugo del Carril fue un artista excepcional y multifacético, que se destacó en todo lo que hizo: extraordinario cantante, actor con gran personalidad cinematográfica y excelente director, forzado por las circunstancias políticas a llevar adelante su cine casi siempre en condiciones adversas. Aunque durante décadas fue tratado con desprecio y suficiencia por críticos e historiadores, la revisión actual de su obra revela a un creador integral que en nuestro cine solo puede compararse con Torre Nilsson o Leonardo Favio. Entre las características singulares de su trabajo se destacó la independencia: Hugo del Carril fue un cineasta independiente décadas antes de que el término se pusiera de moda y lo fue en un sentido total, porque produjo una mayor parte de sus quince largometrajes con dinero propio.
Paradójicamente, esa independencia produjo también la dispersión de su obra después de su muerte. Del Carril conservaba los negativos de sus películas en el Laboratorio Alex, que cerraron en 1995 sin devolver ese material a su familia. Desde entonces, volver a reunir el conjunto de su obra y proyectarlo en las mejores condiciones posibles ha sido una tarea muy difícil, que emprendimos con Octavio Fabiano hace dos décadas”.
—Fernando Martín Peña