“Denuncia Laboral”
Por Ian Quintana.
La película de Jonathan Perel es muy simple en su aspecto formal: Un total de 32 planos que muestran los frentes de grandes fábricas en distintas regiones del país. Todo está filmado desde un automóvil, en el mismo momento del día. Antes de los planos conocemos la ubicación del lugar y vemos el logotipo de la empresa que corresponde a la fábrica, aún en funcionamiento algunas, abandonadas otras. A través de una voz en off (la del mismo director) se nos describe la relación que tienen esos lugares entre sí: en todos ellos se han cometido crímenes de lesa humanidad durante la dictadura cívico-militar sucedida en la Argentina entre los años 1976 y 1983.
Responsabilidad Empresarial (2020), nace a partir del libro publicado por el Gobierno Nacional en el año 2015 llamado Responsabilidad Empresarial en Delitos de Lesa Humanidad, el cual puede conseguirse gratuitamente en internet. La película de Perel lo que hace es darle una imagen a esa investigación. Una imagen simple, austera, reflexiva. Una imagen en tiempo presente de esas fábricas en donde sucedieron crímenes, arrestos y desapariciones en un pasado no muy lejano. A través de esta conjunción de los tiempos, nos hacemos la idea de las implicancias que tuvo la participación empresarial durante la dictadura y el apoyo que dieron a las Fuerzas Armadas y al terrorismo de Estado, con el objetivo de instaurar un nuevo modelo económico que los beneficie.
En el discurso de Perel, escuchamos cómo esos crímenes beneficiaron a las empresas, aumentando sus ganancias al estatizar deudas privadas o reduciendo personal y costos laborales. Conocemos el apoyo que brindaron al régimen militar proporcionando recursos como vehículos para traslados, espacios de captura (muchas veces dentro de la misma fábrica) o listas negras de empleados activistas impresas en hojas membretadas de la propia empresa. También nos cuenta el apoyo directo que brindaron a militares, proporcionando viviendas o espacios de detención. Todo esto demuestra la complicidad que tuvieron los grandes grupos empresarios en las muertes y desapariciones de sus propios empleados. Empresas como Ford, Mercedes Benz, Fiat o Ledesma, son algunas de las firmas implicadas, en las que aún pervive la impunidad y el silencio respecto de los terribles hechos de los que fueron parte. La participación activa que ejercieron en esos tiempos aún hoy tiene resonancias económicas y políticas, ya que en la actualidad son las mismas empresas las que conforman la elite económica del país.
Responsabilidad Empresarial (2020), es una película que podría pensarse como un ensayo visual, como un documento-denuncia, más que como un documental observacional. La simpleza de su forma exalta el poder y la fuerza política que posee el mensaje. La revisión objetiva de los hechos, la narración omnipresente y la descripción detallada de los sucesos merecen una constante revisión y presencia dentro de la memoria de la sociedad argentina. Entendiendo la complicidad que tuvieron las grandes empresas en la propagación del terrorismo de Estado podremos comprender el daño que han hecho al país.
Cabe preguntarse cuánto de esa participación durante la dictadura aumentó el poder económico que hoy tienen esas empresas. Cabe preguntarse quién es responsable, cuando ninguna de las firmas admitió la complicidad y ni siquiera inició investigaciones internas para aclarar lo sucedido. Cabe preguntarse porqué aún siguen abiertos tantos juicios de familiares de desaparecidos hacia esas empresas y en qué momento se hará justicia. La existencia de la película de Perel permitirá mantener siempre abiertas estas preguntas, para que los horrores sucedidos en nuestro país durante la dictadura no caigan nunca en el olvido.
Titulo: Responsabilidad empresarial
Año: 2020
País: Argentina
Director: Jonathan Perel