Petite maman (2021), de Céline Sciamma
“Juguemos en el bosque”
Por Belén Paladino.
“[…] muchos, de manera más o menos consciente, conservan en un rincón de su mente una topografía íntima de su morada y saben perfectamente qué desearían salvar si, por una u otra razón, tuviesen que dejar el lugar precipitadamente: los objetos irremplazables, los más singulares, los más cargados de sentido, aquellos que podrían servir como piedra fundamental para reconstruir en otro lugar ese carácter concreto de nuestra identidad, de nuestra historia, de nuestras aspiraciones, con la que hacemos nuestro lugar en el mundo y abrimos canales entre pasado y futuro.”
En casa. Mona Chollet
En la infancia se suele jugar a armar casas. Casas dentro de la propia casa: debajo de la mesa, en un armario; y también fuera: casitas en el jardín y si se tiene suerte en el bosque. Casas reales o soñadas que se vuelven pequeños refugios. En la edad adulta, en cambio, se suelen desarmar casas: por mudanzas o porque han quedado vacías luego de una partida. No hay un único modo de desarmar una casa, de seleccionar los objetos más queridos y repartirlos entre los que quedaron. La vida, puede ser entonces, una sucesión de construcciones y desarmes de casas, un movimiento entre ambas acciones. En Petite maman, la nueva película de Céline Sciamma, mientras lxs adultos desarmarán una casa, dos niñas levantarán juntas una cabañita en el bosque, ambos espacios estarán envueltos por el afecto.
La abuela de la pequeña Nelly ha muerto, es necesario desarmar su casa del bosque. Nelly dormirá en la habitación de su mamá de cuando era niña, juntas observan una sombra que parece convertirse en una pantera y revisan viejos cuadernos de escuela. En el proceso del duelo, la casa de la infancia se vuelve un lugar habitado por la melancolía. Desde el silencio Marion, la mamá de Nelly, expresa su desolación y una mañana deja la casa. Nelly queda sola con su papá, recuerda historias que su mamá le ha contado de su niñez y busca en el bosque el lugar donde sabe que ha construido una cabañita cuando era pequeña. Allí se encontrará con una niña también llamada Marion, juntas terminarán de construir aquel pequeño refugio en medio del bosque.
El cine puede volverse espacio posible de encuentros imposibles. Allí una niña puede conocer a su mamá cuando era pequeña y volverse su amiga. Dos líneas de tiempo confluyen y se entrelazan, no hay distinción entre el pasado y el presente más bien un espacio fuera de tiempo donde ese encuentro maravilloso es posible. La distinción entre lo extraordinario y lo cotidiano es una categoría propia del mundo adulto, en los juegos de la infancia conviven con naturalidad. En el bosque, Nelly conocerá a su mamá cuando tenía ocho años, se harán amigas y la acompañará en su soledad, en sus temores ante una operación cercana. Como si se tratara de un juego, pero con la profundidad y la entrega absoluta de todo juego infantil, las niñas se volverán por momentos madre e hija. Juntas afrontarán las ausencias, observarán el mundo adulto y compartirán secretos.
La directora construirá este pequeño mundo- como si se tratará de una casa, ¿acaso no es eso el cine?- a través de pequeños gestos y silencios. Su cámara se vuelve conmovedora al capturar abrazos, caricias y despedidas. Un gesto por arropar a sus personajes en un momento de tristeza. Sciamma no ha olvidado la infancia con sus alegrías y tristezas, la sensibilidad y la sutileza con la que retrata ese pequeño universo solo es posible cuando la experiencia de haber sido niña e hija se lleva a flor de piel, por eso se vuelve profundamente genuina. Petite maman es una película de despedida, la primera perdida en la vida de una niña, pero también es un encuentro conmovedor y maravilloso entre una niña y su mamá en el pasado, que implica un reencuentro en el presente.
Titulo: Petite maman
Año: 2021
País: Francia
Director: Céline Sciamma