“Abrirse a la experiencia”
Por Mechi Revuelta.
O arrais do mar, se apoya en dos pilares: la oscuridad de la noche y las experiencias de la comunidad de pescadores, desde allí se concibe este cortometraje de Elisa Celda, que nos invita y desafía a divisar entre las oscuras imágenes y sonidos para despertar nuestra percepción y sentidos.
El sonido en el contexto de oscuridad resulta central para brindarnos referencias para apreciar lo que sucede en las escenas. Algunas constantes que se perciben en este corto son el apuro, el no saber qué hora es y las luces de los vehículos (tractores o camionetas) que parpadean tiñendo con luz la escena en que intervienen sugiriendo cierto peligro y a la vez permitiendo divisar más cosas en la oscuridad.
También está presente en O Arrais do mar la dimensión poética y onírica mediante esos dichos y frases que oímos en la oscuridad como reflexiones y pensamientos más existenciales, que como bien menciona la directora en entrevistas, algunas de estas pueden proceder directamente de la experiencia de rodaje en esas condiciones de intemperie y oscuridad.
Un plano que merece mención aparte es el del reflejo de la luz lunar sobre la superficie del mar, que seduce y propone al espectador, brindando la clave de este juego creativo, espontáneo por momentos en la oscuridad.
Resulta interesante ver cortos como este que nos ofrece Elisa Celda porque no solo invitan a una experiencia al verlo, convocando a una expectación atenta y sensible, sino que también despliegan en sí una gran creatividad en el aprovechamiento de los recursos para rodar en esas condiciones, innovando en el modo de narrar.
Titulo: O arrais do mar
Año: 2020
País: España
Director: Elisa Celda