Notas sobre “El arte colaborativo”, la masterclass de Fredrik Elmes (director de fotografía de David Lynch, John Cassavetes y Jim Jarmusch) en Thessaloniki 2025

El prestigioso director de fotografía Fredrik Elmes, responsable de la imagen en películas emblemáticas como Terciopelo azul (1986), La tormenta de hielo (1997), Paterson (2016) y Corazón salvaje (1990), ofreció una profunda y generosa masterclass titulada “El arte colaborativo” en el marco del 66º Festival Internacional de Cine de Tesalónica. La charla, celebrada el 5 de noviembre en la sala Pavlos Zannas y moderada por el también director de fotografía Simos Sarketzis, permitió al público asomarse al universo creativo de uno de los grandes artesanos de la luz del cine contemporáneo.

A lo largo del encuentro, Elmes repasó su trayectoria junto a directores de la talla de David Lynch, Jim Jarmusch, Ang Lee y John Cassavetes, subrayando que la esencia de su trabajo se encuentra en el diálogo constante con el realizador. “Nuestro deber es apoyar el sueño del director —dijo—. No se trata de imponer nuestra mirada, sino de encontrar los medios para que su visión cobre vida. A veces ese proceso es intuitivo, otras veces profundamente técnico, pero siempre es un acto de colaboración”.

El cineasta comenzó proyectando fragmentos de Terciopelo azul (1986) y recordó cómo surgió la mítica escena en la que el personaje de Sandy aparece desde la oscuridad: “David quería que su entrada fuese mágica, casi sobrenatural. Así que decidimos partir de un encuadre completamente negro, hasta que su rostro emergiera poco a poco de la penumbra. Quería que pareciera que nacía de la oscuridad misma”. También habló sobre su relación con Lynch durante Eraserhead (1977): “Los rodajes duraron años, pero David siempre confió en que la película encontraría su público. Era una época de cine analógico, y había que esperar días para ver los resultados. Eso nos enseñó a confiar en nuestros instintos”. En otro momento del encuentro, Elmes recordó una anécdota durante el rodaje de Terciopelo azul: “En una escena, Isabella Rossellini canta en el escenario y al final del número baja las luces, de modo que solo vemos su silueta. Fue un accidente, pero resultó hermoso. Esos pequeños ‘errores’ son parte esencial del oficio. Hay que aprender a reconocerlos y a usarlos a favor de la historia”.

La conversación se desplazó luego hacia La tormenta de hielo (1997), donde relató cómo la colaboración con Ang Lee implicó un minucioso trabajo visual. “Ang es un director que presta enorme atención a las interpretaciones. Nos preocupaba cómo diferenciar los mundos de los dos protagonistas. Decidimos que el personaje de Sigourney Weaver viviera en una casa moderna, llena de vidrio y tonos fríos, mientras que Kevin Kline habitaba un espacio de madera, cálido, con texturas más orgánicas. Esos contrastes visuales dicen tanto como el diálogo”. Elmes recordó también el desafío de rodar la escena final de la muerte del personaje de Elijah Wood: “Teníamos que crear un paisaje nevado en plena primavera. Usamos gel para el cabello para simular el hielo sobre el cuerpo y los árboles. Fue una escena muy discutida: yo no quería mostrar el cadáver, me parecía demasiado explícito, pero Ang insistió. Y, como suele ocurrir, el director tenía razón”, comentó entre risas.

Sobre su trabajo junto a Jim Jarmusch en Paterson (2016), Elmes explicó: “Era una película sobre la rutina, la calma y la poesía cotidiana. Nuestra tarea era simple: dejar que la cámara observe. Cuando el personaje cambia emocionalmente, lo hace también la luz. El día que está perturbado, la luz se vuelve fría, distante. Es una manera silenciosa de mostrar su estado interior”.

Ya hacia el final del encuentro, el director de fotografía evocó su colaboración con Lynch en Corazón salvaje (1990) y describió la emblemática escena del viaje al atardecer: “Corríamos contra el tiempo para alcanzar la luz exacta del ocaso. Era un momento de unión entre los personajes, una sensación de refugio y esperanza. Tuvimos suerte de lograrlo justo a tiempo”. Durante la ronda de preguntas, un asistente quiso saber cómo logra conectar el uso del color y la iluminación con la emoción de los personajes. Elmes respondió: “En parte es intuición, en parte experiencia. Observen cómo la luz los afecta emocionalmente: en un cuadro, en una fotografía, en un rostro. Comprendan cómo el color o la sombra los conmueven, y entonces podrán usar esa emoción en su trabajo”.

Como cierre, evocó su experiencia junto a John Cassavetes: “A veces las instrucciones técnicas de un guion importan menos que una simple palabra escrita por el director. Una emoción bien descrita puede guiarte más que cualquier indicación de cámara”.

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