Nomotopowell (2022), de Brent Chesanek
“Un discurso sobre la violencia”
Por Sebastián Francisco Maydana
Un pueblito perdido en un área boscosa de la Florida. Una exploración topográfica desde un punto de vista particular, pero narrada colectivamente por varias voces distintas. Nomotopowell (Brent Chesanek, 2022) es a la vez una expedición y una investigación policial, un viaje para conocer la geografía perdida del centro del estado más extraño (y a la vez más yanqui) de los Estados Unidos. Está compuesta por una serie de planos hermosos donde predominan el verde y el negro, texturas vegetales y acuáticas, animales confiados y pueblos deshabitados. Ocasionalmente, algunos intertítulos tomados de diarios antiguos y mapas dinámicos creados ad hoc se superponen a las imágenes artificialmente, quebrando el naturalismo predominante. Introduce una historia, un misterio, que en parte explica el misterio mayor de por qué el documentalista se interesó por esta zona irrelevante de su país.
Temáticamente, el documental tiene cierto parentesco con Vernon, Florida (1981) de Errol Morris. Por la ubicación geográfica, pero también por el estilo observacional que recuerda a la “mosca en la pared” de Morris. Pero ahí terminan las similitudes. La de Morris también era una excursión a un pueblo aislado de Florida, donde cada habitante era más raro que el anterior. Él explora Vernon a través de los ojos de los locales, de la palabra local, intentando ponerse en su lugar; Chesanek en cambio no sale nunca del lugar del observador, favorece un punto de vista de forastero, de conquistador descubriendo y cartografiando nuevas tierras. Eso (y también colabora en esto el diseño sonoro) le da un aire misterioso.
Más que un Errol Morris viene a ser un Ponce de León, el conquistador español que llegó a la Florida en 1513 buscando la Fuente de la Juventud. Había escuchado acerca de ella en las leyendas que los indios caribes le contaron, y se convenció de su existencia tanto que se le fue en eso la cordura y la vida. Murió por una flecha envenenada mientras intentaba construir un fuerte en el sur de Florida. En el pueblo del documental también hubo un crimen. Según uno de los narradores, se hallaron unas calaveras relacionadas con un magnicidio ocurrido en el siglo XIX. Un misterio que, como el de la Fuente de la Juventud, está destinado a permanecer sin resolver. Y sin embargo, desentrañarlo es fundamental porque también implica desentrañar el misterio de la violencia en Estados Unidos.
Yo creo que Nomotopowell es antes que nada un discurso sobre la violencia. Florida es conocida por sus vertientes naturales, por el agua mineral que brota de la tierra. Pero lo que está brotando en la tierra norteamericana últimamente no es el agua dadora de vida, sino la violencia que da muerte. Una violencia que, como muestra Chesanek, es muy antigua. También las camionetas que dan vueltas furiosamente en el barro, munidas por supuesto de excesivas banderas con barras y estrellas, y que la cámara retrata bellamente, forman parte de un discurso sobre la violencia. Es un llamado a la reflexión que acaso sea más eficiente que toda la saturación gráfica que nos ofrecen los noticieros. Y por esta razón merece ser visto.
Titulo: Nomotopowell
Año: 2022
País: EEUU
Director: Brent Chesanek