“Los hilos que nos unen con el pasado”
Por Julieta Lande
Con la mirada puesta en una obra en construcción – la de una prisión que ocupará el lugar de la antigua estación de tren de Zurich – en Nemesis, Thomas Imbach despliega un relato que se construye cuidadosamente, cimiento a cimiento, habilitando una serie de reflexiones acerca de nuestro vínculo con el pasado y con la realidad que nos rodea. Su mirada procede siempre de un mismo lugar: la ventana de su estudio. Desde ahí, Imbach observa minuciosamente su entorno. El espacio de la futura prisión, las vías del tren, los sujetos que circulan por allí, las marcas de la temporalidad – amaneceres y atardeceres – y los fuegos artificiales de cada año nuevo, son algunas de las imágenes que pese a parecer recurrentes por su repetición, crean sentido a través de su acumulación y progresión dramática.
Imbach no solo observa sino que interviene en aquellas imágenes que registra, las manipula, haciendo uso de la cámara lenta o acelerandola, entre otros recursos. Pareciera proponer que aquel que observa es también aquel que crea, y crear implica la posibilidad de transformar. A su vez, el narrador se constituye a través de una voz en off que funciona no solo para ir estructurando el relato sino que lo expande, creando otro espacio fílmico más allá de lo que vemos. Es una voz que no solo narra en primera persona – la del cineasta – sino que incuye los testimonios de aquellos que también protagonizan el film: los refugiados.
Porque, como dice Imbach, la cárcel que se está construyendo terminará ocupada en su gran mayoría por migrantes. El cineasta denuncia las injusticias que éstos reciben por el solo hecho de ser extranjeros. Y su crítica no es solo a las instituciones o a los representantes del Estado sino a toda la sociedad suiza. Vemos como la obra en construcción funciona como el escenario para rodajes de videoclips, sesiones de fotos para las redes sociales y todo tipo de contenido vacío y superficial. Quienes habitan ese espacio público parecieran no tener consciencia de su historia ni de su futura función, solo lo ven como un buen fondo para un próximo posteo de Instagram. Esa falta de registro del alrededor también puede traducirse como una falta de registro de la otredad. En cambio, Imbach propone una mirada de la realidad que implica una reflexión constante, un esfuerzo por mantener los hilos que nos unen con el pasado, con la historia, que nos conecta de alguna manera. Y una relación con la realidad desde una mirada activa, donde dejemos de observarnos a nostros mismos para dirigirnos hacia a aquellos a los que nos acostumbramos a no mirar.
Luego de la demolición de la vieja estación de trenes se suceden las excavaciones. Y el cineasta se pregunta si excavarán hasta encontrar los sedimentos del río que alguna vez pasó por allí o qué fantasmas podrán encontrar al remover la tierra. En Némesis, la muerte es una constante. Pero, el pasado nunca muere, dice Imbach, y agrega: ni siquiera es pasado. Las categorías no son más que categorías y quienes debemos cargarlas de sentido, habitarlas y transformarlas, somos nosotros⚫
Titulo: Nemesis
Año: 2020
País: Suiza
Director: Thomas Imbach