CALIGARI

Ne croyez surtout pas que je hurle (2019), de Frank Beauvais

“La rabia cinéfila”

Por Nicolás Noviello.

Algunas anotaciones a la salida de la función de Ne croyes surtout pas que je hurle de Frank Beauvais.

La iniciación en la cinefilia es principalmente una actividad solitaria, tan solitaria como libre. Sobre todo en los tiempos que corren donde la que guía e impulsa al cinéfilo es el gusto y el estado de ánimo pudiendo acceder a casi cualquier material en cuestión de minutos. Sin embargo esta soledad puede presentar un estancamiento, a medida que más se descubre más entendemos lo poco que sabemos y conocemos, ante esto la posibilidad de la frustración es inminente. Ne croyes surtout pas que je hurle es, en la asfixia del camino solitario, una bocanada de aire fresco. Es el dialogo de un cinéfilo con las películas, consigo mismo, con el mundo. Si se la piensa como una película pedagógica resulta de culto instantáneo, no porque no tenga otro valor, sino porque esta particularidad la hace tan actual como única. Su forma no permite la dispersión pero si divagaciones, es el completo inverso del mainstream que hace de la dispersión un control. La divagación y la generación del pensamiento es la importancia del cine como arte, es lo que vuelve activo al espectador, lo mantiene en dialogo. Esta es su pedagogía, así como la del cinematógrafo de Bresson o la resistencia de los Straub, una que se opone al cine entretenimiento como forma de control.

“Ver un film es volver a ver  algo ya visto por otro. Por lo tanto, el cine es un arte del presente no porque transparenta el mundo sino porque, cada vez, actualiza una mirada” escribe David Oubiña en el prólogo de Cine, arte del presente de Serge Daney. Si al ver Morir en Madrid, Mein Kampf, ¿Sucedera de nuevo?, etc. no podemos pensar la situación actual ¿de qué sirve verlas? Al ver Ne croyes surtout pas que je hurle y escuchar a Frank decir “¿soy el único que ve volver a las botas?” y no pensar en Bolivia es imposible.

Ne croyes surtout pas que je hurle es una película solitaria que dialoga con el mundo, con todxs nuestrxs “amigxs desconocidxs”, es sobre el cine y el pensamiento, pero es sobre todo una película furiosa que representa a la enfermedad que nos cura y nos exorciza del frenético mundo, es sobre la rabia cinéfila⚫

Titulo: Ne croyez surtout pas que je hurle

Año: 2019

País: Francia

Director: Frank Beauvais