Monólogo colectivo (2024), de Jessica Sarah Rinland

Jessica Sarah Rinland ha construido a lo largo de su carrera una filmografía que se distingue por una mirada aguda y sensible hacia el mundo natural y la compleja relación entre los humanos y su entorno. Desde su primer cortometraje, Nulepsy, hasta su más reciente obra, Monólogo colectivo, Rinland ha explorado la anatomía humana, el reino animal y el medioambiente con una sutileza poco común, tejiendo una narrativa coherente donde lo corporal y lo natural se entrelazan.

En Nulepsy, Rinland introduce su interés por la corporalidad al presentar una condición ficticia que describe la “necesidad patológica de estar desnudo”. Esta fascinación por el cuerpo y su vulnerabilidad se expande en Expression of the Sightless, donde un hombre ciego explora una escultura del siglo XIX utilizando únicamente sus manos. La cámara de Rinland, atenta a cada movimiento, se detiene en los detalles donde el hombre toca la escultura, resaltando el sentido del tacto como medio de percepción. Con esta pieza, Rinland juega con los sentidos, ofreciendo una experiencia visual que se convierte en un ejercicio de observación sensorial.

Su película Adeline for Leaves profundiza en la relación entre humanos y naturaleza, explorando la dinámica entre una joven botánica y su mentor fallecido, de quien aprende sobre el “tiempo profundo” de las plantas y la filosofía ambiental de los jardines. Este concepto de tiempo, que se extiende más allá de la vida humana, es central para comprender el enfoque de Rinland, quien nos invita a cuestionar nuestra percepción del tiempo y nuestro lugar en el ciclo natural.

Es en Monólogo colectivo, sin embargo, donde Rinland logra una síntesis impresionante de sus temas recurrentes: lo corporal, lo ambiental y lo salvaje. Filmada en zoológicos y santuarios de animales en Argentina, la película documenta la relación entre los trabajadores de estas instituciones y los animales bajo su cuidado. A primera vista, podría parecer que la película se centra únicamente en las condiciones de los animales, pero Rinland va más allá, mostrando cómo la vida de los trabajadores también está condicionada por el entorno y las barreras que separan a humanos y animales.

Lo notable de Monólogo colectivo es la intimidad con la que Rinland retrata las relaciones interespecies. A pesar de las barreras físicas que separan a los trabajadores de los animales, la cineasta logra capturar momentos de verdadera conexión. Las manos de los humanos y las de los animales se encuentran entre barrotes, estableciendo un vínculo que casi hace olvidar las divisiones impuestas por la cautividad. La cámara se detiene con igual atención tanto en la textura de un caparazón de tortuga como en los gestos meticulosos de un trabajador reparando las jaulas. Este equilibrio visual refleja la intención de Rinland de igualar las experiencias de los animales y de los humanos, mostrando que ambos están sujetos a las condiciones impuestas por la estructura de estas instituciones.

La película culmina con una referencia al concepto del “monólogo colectivo” del psicólogo suizo Jean Piaget. Piaget lo define como una etapa en la vida de los niños donde el punto de vista del otro es irrelevante, creyendo que el mundo existe para ellos y que lo pueden controlar. Esta metáfora, que Rinland aplica a la relación entre los humanos y la naturaleza, es potente y directa. A través de esta analogía, la directora nos enfrenta a nuestra propia arrogancia como especie, sugiriendo que el control que creemos tener sobre la naturaleza es una ilusión, y que las barreras que hemos erigido entre nosotros y el mundo natural son, en última instancia, artificiales y limitantes.

Monólogo colectivo es una obra que desafía al espectador a reconsiderar su relación con el entorno. A diferencia de otras películas de Rinland, que se enfocan en la dicotomía entre el hombre y la naturaleza, esta película ofrece una visión más íntima y humana. En lugar de educar al espectador con hechos científicos, Rinland lo invita a observar, a sentir y a reflexionar sobre la delicada red de contradicciones que forman la relación entre la humanidad y el mundo natural.