Malamadre (2019), de Amparo González Aguilar

“La(s) maternidad(es)”

Por Belén Paladino

Malamadre narra el reverso de la maternidad, lo que ocurre cuando las madres se quedan a solas con sus hijos e hijas, sus temores, inseguridades, soledades. El imaginario sobre la maternidad establece un sin numero de normas y conceptos sobre la maternidad que penetran en la intimidad, los momentos privados de todas maneras están atravesados por una mirada externa omnisciente que juzga. El triunfo de la concepción tradicional sobre la maternidad se evidencia en la culpa que sienten las mujeres a la hora de ejercer la maternidad, nunca se está a la altura, nunca se es lo suficientemente “buena” madre. 

A través del uso de la entrevista Amparo Aguilar crea una suerte de tejido donde se mezclan distintas voces, historias y vivencias de mujeres madres. En cada relato conviven las expectativas en torno a la maternidad y la maternidad real, cotidiana, demandante y constante. Las normas y modelos que han sido inculcados por la sociedad y sostenidos por la familia y la dificultad para llevar a la práctica esos principios. La tradición puede ser una red de contención, pero en este caso se vuelve un arnés demasiado rígido, donde no parece haber espacio para la experimentación, para la prueba y el error. 

¿Es posible una nueva forma de maternidad que no se centre en la culpa o el deber? Parece preguntarse Aguilar. Junto a las mujeres que entrevista esbozarán posibles respuestas, lo importante es que no hay una respuesta única, cada mujer tendrá la propia, aparece así una idea de la maternidad plural, amplia. Entonces podríamos hablar de maternidad(es), en plural. En este entramado de voces hay lugar para la de la propia Aguilar que narra su experiencia en primera persona a través de animaciones, sombras y otras técnicas que resultan bastante novedosas en el género documental. Sin jerarquizar unas veces por sobre otras, conviven voces que pertenecen a mujeres vinculadas con la militancia feminista como Marta Dillon sumando a la experiencia personal un contexto y una teorización más conceptual sobre la maternidad; junto a otras voces que se centran más en la propia experiencia. Es interesante la convivencia entre la experiencia y la teoría, entre lo íntimo y lo plural.  Dentro de estas voces también habrá espacio para voces infantiles. Los propios hijos de la directora darán testimonio sobre lo que entienden por maternidad, en varias ocasiones contradiciendo y escapando a la tradición. En esta instancia Aguilar pone en pantalla una mirada esperanzadora, si la maternidad es algo que nos inculcan, también puede enseñarse y pensarse nuevas formas de maternidad posible junto a los jóvenes, niños y a los propios hijos. No es un gesto menor la inclusión de estas voces que por suaves y pequeñas no carecen de certezas y de interés. El gesto es nuevamente replicado cuando la directora escapa a su lugar privilegiado de entrevistadora e invita a las entrevistadas a que le realicen preguntas, estableciendo una paridad entre quienes están delante y detrás de la cámara. 

Malamadre se inscribe dentro de una tendencia que reflexiona en torno a la maternidad, que introduce en la agenda feminista dicha problemática, interrogándose sobre uno de los temas más naturalizados y cotidianos. Las tareas de cuidado sin duda merecen ser visibilizadas. Aguilar crea un relato colectivo en el que se vislumbra una idea de comunidad. Socializando, compartiendo y exponiendo distintas facetas para pasar el peine a contra pelo sobre la maternidad⚫