CALIGARI

Los delincuentes (2023), de Rodrigo Moreno

“¿Qué harías con un millón de dólares?”

Por Sebastián Francisco Maydana

 

Supongo que todos alguna vez jugamos a imaginarnos cómo cambiaría nuestra vida si de repente nos encontráramos una gran suma de dinero. Hasta por aburrimiento, o tan sólo para conocer a la otra persona, es casi seguro que hicimos o nos hicieron la pregunta: ¿Qué harías con un millón de dólares? Ese ejercicio de la imaginación es el que motiva Los delincuentes, última película de Rodrigo Moreno. El casi homónimo protagonista es Morán, empleado bancario. Trabajó toda su vida en el Banco Social Cooperativo, y de tan confiable y constante llegó a ser Jefe de Tesorería, puesto que le garantiza acceso casi exclusivo a la caja fuerte. La película nunca aclara si se trata de un impulso o si lo venía pensando desde hacía años, pero lo cierto es que un buen día se encuentra saliendo del banco con seiscientos cincuenta mil dólares en la mochila, la cifra exacta que llegaría a juntar sólo con su sueldo durante todos los años que le faltan para jubilarse. Por dos. Por eso, y porque no se puede ser feliz en soledad, Morán participa del afano a Román, otro empleado del banco, que a partir de ese momento se convierte en una especie de (como su nombre lo indica) espejo de Morán cuando éste desaparece sin dejar rastro.

Pero Los delincuentes no es una heist movie, más bien es una película sobre un atraco. En las películas de atraco lo importante es asistir a toda la preparación, incluyendo la selección de los participantes, la cuidadosa ejecución en la que siempre algo sale mal, y el siempre emocionante escape. Acá, Rodrigo Moreno se ahorra todo eso para ir directo al post-robo y a jugar con las expectativas del espectador. Es que estamos acostumbrados a preocuparnos por lo que pasa con el dinero, quizás más que por lo que le pase al protagonista, que por otro lado conocemos poco. Esto lo sabía Hitchcock cuando a los 48 minutos de Psicosis (1960) mata a Janet Leigh, dirigiendo inteligentemente la atención del espectador al dinero que se había robado para inmediatamente [spoiler] hacer que Anthony Perkins tirara todo el paquete a un pantano. Ese es el momento en que la audiencia entrenada por el cine de Hollywood se encuentra completamente confundida, y hay que admitir que sesenta años más tarde estamos formateados básicamente de la misma manera.

El gesto central detrás de Los delincuentes, el de forzar al público a replantearse sus preconceptos y dejarse llevar por la narración de la película, es ejecutado de forma impecable, aunque lo haga sacrificando claridad en la construcción de algunos de los personajes. Este es un efecto buscado, nos termina diciendo que la película no es sobre Morán y el dinero, sino sobre anhelos mucho más profundos que ni los personajes saben que tienen. El problema es que nos quedamos con las ganas de saber más acerca de esos personajes. Mención aparte merece el papel de Román, interpretado por Esteban Bigliardi en un trabajo intachable.

La última y más ambiciosa película de Rodrigo Moreno está calculada para dejarnos pensando, para trabajar en ese doble plano de la acción y su recepción, y para mostrar que las ficciones argentinas pueden hablar de otra cosa que no sean dramas en Belgrano o la decadencia del Interior (la versión moderna de las orillas y estancias de Borges). Se hace cargo de ese mote que en algún momento le pusieron de “nuevo cine argentino” (aunque los temas que presenta no son desconocidos e incluso se trata de una adaptación libre de una película de los 40) y quizás sea, aunque no más que eso, una buena oportunidad para empezar a discutir cómo se escribirán los guiones en el cine argentino que se viene.

Titulo: Los Delincuentes

Año: 2023

País: Argentina

Director: Rodrigo Moreno