“El rey está desnudo”
Por Sebastián Francisco Maydana
En 2011 Bruno Dumont dirigió una película que quiso llamar L’Empire. Al final se terminó estrenando como Hors Satan (Fuera Satán, 2011), y tenía como protagonista a un croto con poderes sobrenaturales. Aunque el nombre original no quedó, Dumont colocó en ese momento los cimientos de lo que ahora es la verdadera L’Empire. A lo largo de los años, y sobre todo a través de dos miniseries de 2014 y 2018, le fue dando forma y entidad a un territorio que, si bien existe en el extremo norte de Francia, es demasiado extraño para poder existir en ningún lugar. La zona está poblada por personajes increíbles y protegida por la dudosa autoridad del Capitán Van der Weyden y su asistente Carpentier, de la Gendarmería Nacional.
En L’Empire, esta zona costera del norte de Francia es la elegida por las fuerzas cósmicas del Bien y del Mal (los 1 y los 0) para librar su batalla final. Es un cambio con respecto a la narrativa esperable, que seguramente ubicaría esta contienda en alguna ciudad importante de Estados Unidos, pero en este gesto de traicionar la expectativa del espectador hay en realidad una denuncia de esa narrativa tradicional. Dumont muestra que el rey está desnudo y que la ciencia ficción “seria”, respetable (El Imperio es una referencia clarísima) es en realidad bastante ridícula. Es como ver Friends sin el track de risas. Aquí, las naves espaciales tienen la forma de palacios barrocos y catedrales góticas, y de vuelta el efecto es exponer lo ridículo de la realeza borbónica. Doblemente irreverente.
Varias tensiones profundas recorren esta película: entre rural y urbano, humano y extraterrestre, Bien y Mal, Iglesia y Corona. Lo absurdo, lejos de ser un sinsentido completo, es utilizado como una herramienta de denuncia. Todo esto conformado por una mirada europea autoconsciente, una propuesta de ciencia ficción convincente con personajes absurdos pero adorables. Y una fotografía disfrutable, atenta, que encuentra lo interesante de un paisaje y un territorio al que probablemente ningún otro cineasta haya puesto tanta atención.
Aun así, hay cierto hermetismo en el mundo de la película que hace que sea difícil entrar, sobre todo para espectadores que no han visto la obra previa de Dumont o que no estén abiertos al absurdo. Esto no quiere decir que sea esnob, más bien todo lo contrario. Es un gesto contra el esnobismo y la hipocresía de la industria del cine, que en la división internacional del trabajo le asigna ciertos géneros a Estados Unidos y le impone algunos temas al cine europeo (división que explica por qué Yorgos Lanthimos hace películas en inglés). Y por el mismo precio, Dumont ofrece una reflexión filosófica sobre la humanidad y una historia entretenida movilizada por personajes cautivantes.
Titulo: L’Empire
Año: 2024
País: Francia
Director: Bruno Dumont